El pívot franco-neoyorquino de los Chicago Bulls Joakim Noah prometió que su equipo pasaría a las semifinales de la Conferencia Este, a pesar de que el desempate de su eliminatoria lo enfrentase en la cancha de los Brooklyn Nets, y a pesar de las bajas de jugadores como Kirk Hinrich o Luol Deng por lesión, de tener a jugadores tocados por enfermedad, y a Derrick Rose sin atreverse a volver al parqué pese a tener el alta médica.

Y como se dice que quien hace una promesa debe cumplirla, so pena de ser considerado un bocazas, el hijo del legendario Yannick Noah no solo cumplió su promesa, superando a los Nets por 93-99, sino que además fue el mejor del partido, a pesar de una muy molesta fascitis, logrando 24 puntos, 14 rebotes y 6 tapones. El escolta italiano Marco Belinelli, que en sexto partido erró el triple con el que hubieran forzado la prórroga, no se arrugó y ayudó a su compañero de equipo con otros 24 puntos, incluyendo cinco de ellos -una penetración con la izquierda y un triple- en los últimos instantes. Carlos Boozer, con 17 tantos, completó el «estrellato cooperativo» de este peculiar big three.

Por parte de la franquicia de Brooklyn, Deron Williams volvió a ser el líder, con 24 tantos, 7 asistencias y 6 rebotes. Su lugarteniente habitual, Joe Johnson, tuvo un mal día en el peor momento, pero Brook Lopez -21 puntos y 9 rebotes, protagonizando una pugna espectacular con Noah- y Gerald Wallace -con 19 tantos y 5 asistencias- respondieron al nivel que el partido y los Nets requerían.

Sin embargo, los Bulls aguantaron y lograron llevarse el gato al agua. Será la franquicia del estado de Illinois quien tenga el «marrón» de vérselas con Miami Heat en la próxima ronda de los play offs. Ahí sí, como Deng y Hinrich no puedan volver a escena, mejor hará Noah con ahorrarse nuevas promesas.

Iniciativa para Chicago

Después de disfrutar de un 1-3 a su favor, los Bulls habían dejado pasar dos oportunidades para finiquitar su ronda, especialmente en el sexto partido, disputado en su feudo. Pero lejos de hundirse por ese hecho o por las bajas, los dirigidos por Tom Thibodeau saltaron a por su adversario, dispuestos a llevarse el desempate como fuera.

Así las cosas, no extrañó ver a los Bulls campear con rentas por encima de la decena, hasta llegar a tener el partido casi sentenciado en tiempo de descanso, ya que se imponían por un apabullante 44-61. Los Nets no lograban parar a Noah ni a Belinelli, y el hecho de no tener ya nada que perder daba nuevos bríos a los de Chicago.

Pero Deron Williams y los suyos se conjuraron para voltear el resultado tras el receso. La defensa de los de PJ Carlesimo subió varios enteros, mientras que en ataque, lo que no metían ni Joe Johnson ni Deron Williams lo iban rescatando Brook Lopez y Reggie Evans en forma de rebotes ofensivos. Los Brooklyn Nets -con la cantante Rihanna presente en el Barclays Center, después de que un concierto suyo debiera ser aplazado para disputarse este desempate- llegaron a rozar la remontada, colocándose a cinco puntos en los compases finales del cuarto y último período: 88-93 a falta de dos minutos, después de un «dos más uno» de Williams.

Llegaba la hora de los valientes, y Belinelli reclamó su trono. El escolta penetró con decisión y anotó una difícil bandeja con la izquierda, certificando otra gran actuación con un triple anterior en el que no desaprovechó el gran movimiento de balón de sus compañeros.

«Pienso que no jugamos con la agresividad que lo hicieron ellos bajo los tableros y en la defensa durante la primera parte», explicó PJ Carlesimo. Mientras, Thibodeau se mostraba ambicioso. «No estamos satisfechos, porque creemos que hay mucho por lograr. Lo más importante es estar mental, física y emocionalmente preparados para jugar frente a los Heat», anunció.