Londres, ante otro escándalo sexual tras el arresto del vicepresidente Evans
La detención y posterior puesta en libertad bajo fianza del vicepresidente del Parlamento británico, Nigel Evans, por presunta violación y agresión sexual a dos hombres ha conmocionado a la clase política, que ayer salió en su defensa. El propio Evans negó tales acusaciones.GARA |
El conservador Nigel Evans, uno de los vicepresidentes de la Cámara de los Comunes que el sábado fue detenido y puesto en libertad bajo fianza acusado de violar a un hombre y de agredir sexualmente a otro entre los meses de julio de 2009 y marzo de 2013 en Pendleton, condado de Lancashire, negó ayer las acusaciones, tachándolas de ser «completamente falsas»
«Ayer -por el sábado- fui interrogado por la Policía respecto a dos denuncias -una de las cuales se remonta a hace cuatro años- realizadas por dos personas que se conocen muy bien entre sí y a quienes hasta ayer yo consideraba mis amigos. Las denuncias son totalmente falsas y no puedo entender por qué lo han hecho, especialmente ya que he continuado socializando con uno de ellos hasta hace poco, en concreto la semana pasada», declaró ante los medios.
Vicepresidente del Partido Conservador de David Cameron desde 1999 hasta 2001, hace tres años fue elegido como uno de los tres vicepresidentes de la Cámara de los Comunes, la cámara baja del Parlamento. Su papel consiste en arbitrar los debates entre los partidos británicos y si bien no tiene mucho perfil público, es muy conocido entre sus colegas por su carácter sociable.
En 2010, reveló en un periódico dominical que era homosexual y que estaba «cansado de vivir una mentira».
Este arresto ha causado un gran revuelo entre la clase política. Tanto ministros conservadores como vecinos de la circunscripción de Ribble Valley, a la que representa Evans, expresaron su asombro y conmoción.
El ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, afirmó ser amigo suyo «desde hace tiempo» y remarcó que «es muy popular y respetado por diputados de todos los partidos».
El titular de Defensa, Philip Hammond, también se dijo «sorprendido» por las acusaciones, aunque dejó entrever la conveniencia de que Evans presente su renuncia.
«Lo conozco bien. Estoy igual de sorprendido que cualquier otra persona. Toda persona es inocente mientras no sea declarada culpable, pero es muy difícil conservar un cargo de primer plano cuando uno es objeto de una investigación de este tipo», manifestó a la BBC.
«Es una cuestión que deberá dirimir el presidente de la Cámara», añadió en alusión al tory John Bercow.
El abogado de Evans, Adrian Yalland, aseguró que no este no piensa dimitir ni como vicepresidente de los Comunes ni de su escaño de diputado, puesto que ha ocupado durante 20 años.
Los escándalos sexuales están a la orden del día en Gran Bretaña, con la aparición de numerosas denuncias contra políticos y otros personajes públicos. El jueves, otro presentador estrella de la BBC admitió haber abusado de jóvenes y niñas.
El arresto de Evans, una figura muy popular en Westminster, tomó por sorpresa a sus compañeros de partido. «Es un diputado muy querido», resaltó Michael Ranson, presidente del Partido Conservador en el condado de Lancashire.