«Debemos romper las cadenas de la tiranía». El cronista ultraconservador Glenn Beck tuvo el sábado por la noche un gran éxito en el congreso de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) cuando advirtió de que el Gobierno quiere, según él, privar a los estadounidenses de sus armas.

El congreso, que atrajo hasta Houston, Texas (sur), a unos 70.000 miembros de la organización -que dice tener 4,5 millones-, fue convocado unos días después del fracaso de Barack Obama, que vio cómo naufragaba en el Congreso su intento de aprobar una legislación más restrictiva sobre armas de fuego.

Durante dos horas, alertó contra el «tiránico» Gobierno federal. «Quieren transformar fundamentalmente a nuestro país y están delineando su proyecto», denunció. «Creen que nos deben imponer reglamentaciones hasta que nos sometamos, pero no me voy a someter», denunció.

Beck conquistó a un público ya entregado y convencido de que cualquier interferencia sobre la libre tenencia de armas -garantizada por la segunda enmienda a la Constitución-, les llevará a perder luego su libertad y todos sus derechos.

«La segunda enmienda fue escrita para que podamos proteger nuestros derechos, y también tenemos la responsabilidad de romper las cadenas de la tiranía», incidió.

Durante su discurso, también mostró armas cargadas de historia, entre ellas los restos del arma de servicio de un policía neoyorquino muerto durante el 11 de setiembre. «¡Es el símbolo de la libertad!», exclamó.

En su gran mayoría, los asistentes se adhieren a las ideas defendidas por Beck. «Esto forma parte de nuestro derecho a protegernos y proteger a nuestras familias. Deshagámonos de los delincuentes e impidamos que tengan armas», manifestó Debbie Sprague, originaria de Texas.

En los pasillos del salón, los miembros del lobby y sus simpatizantes deambulaban en familia, mientras unos 550 expositores les ofrecían sus últimas novedades. Y no se olvidaron de nadie: al lado de las armas rosas y los estuches que cuelgan del sujetador para las mujeres, otros stands permiten disparar con armas de aire comprimido a los niños. Fuera del centro de convenciones, los partidarios de una legislación más estricta realizaron una velada simbólica por las miles de personas que cada año mueren en Estados Unidos por armas de fuego.