El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, inauguró ayer la VII Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Petrocaribe dando garantías a sus 17 socios en el acuerdo de que su Gobierno mantendrá la venta de crudo en condiciones ventajosas.

Maduro sostuvo que sus opositores serían quienes pondrían fin al mecanismo de venta de petróleo en condiciones ventajosas para las economías de la región, pero que su triunfo en las elecciones del pasado 14 de abril neutraliza tal riesgo. Añadió que «por amor y respeto a todos», no repetirá «las cosas que dicen» los líderes de la oposición desde que Petrocaribe fue creada en 2005 por su antecesor, Hugo Chávez, fallecido hace dos meses, para impedir el colapso de las economías de la región por el repunte de los precios del petróleo en los mercados mundiales.

«En Venezuela, lamentablemente, se ha incubado una derecha fascistoide, antibolivariana, antilatinoamericana, anticaribeña, que tiene un desprecio absoluto por los países vecinos», aseguró. «Que no le quede dudas a ninguno de ustedes, porque alentados por las elites de Estados Unidos, son las posiciones más retrógradas desde la época (del dictador chileno Augusto) Pinochet y en algunos casos más retrógradas que las defendidas por este», denunció.

El acuerdo energético regional lo conforman Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam y Venezuela. Además, están representados Bolivia y Ecuador como miembros del ALBA, y también lo está Brasil.