OSASUNA Últimas cuatro jornadas de infarto
Los triunfos de Zaragoza y Granada achican el margen de error rojillo
Los de Mendilibar se colocan a solo un punto del descenso, con lo que la visita del Getafe se convierte en un encuentro a vida o muerte.
Natxo MATXIN
Caras muy serias las que se pudieron ver ayer en Tajonar. No es para menos. Son ya unas cuantas semanas en las que el tema de conversación común es que el equipo tiene que reaccionar. Sin embargo, ese punto de inflexión no acaba de llegar. Una victoria en las últimas nueve jornadas es un bagaje lo suficientemente raquítico como para que más de uno se eche a temblar de cara a las cuatro finales que le restan a la escuadra navarra por disputar.
Lo peor de todo, en cualquier caso, no son los malos resultados en sí, sino que el equipo parece haber perdido la, al menos, solidez defensiva que le venía manteniendo alejado del descenso. Seis goles encajados en los dos últimos partidos se antojan demasiados a estas alturas de campeonato. Las sensaciones son, además, de un conjunto que salta con el miedo y los nervios metidos en el cuerpo, temeroso de ir a por el rival.
Puestos a ser positivos, hay dos factores que invitan al optimismo. El primero, que los rojillos ya se han encontrado en parecida tesitura en no pocas recientes temporadas. Saber manejarse con la presión que van a tener que sobrellevar es un punto a su favor si el vestuario es capaz de digerirla.
El segundo factor es que van a contar con el apoyo unánime de la afición. Sin duda, es hora de sumar, las críticas por todo lo que se ha realizado de manera inadecuada tienen que posponerse a después de la consecución del objetivo de la permanencia. A buen seguro que las taquillas estarán a reventar entre semana y que se colgará el cartel de no hay billetes. El once que salte contra el Getafe tiene que corresponder al esfuerzo de la hinchada y darle un triunfo casero que no se produce desde hace tres meses.
Las diversas bajas que va a sufrir el cuadro rojillo para este encuentro -hasta cuatro- no tienen que servir de ninguna excusa, pues quitando la ausencia de Arribas, ninguno de ellos han sido hombres decisivos en el esquema de Mendilibar en lo que se lleva de campaña. Los pupilos del técnico zaldibartarra tendrán que recuperar el espíritu de hace ya unas cuantas jornadas con el que, aunque sea a trancas y barrancas, se obtuvieron victorias importantes frente a rivales directos, como Deportivo, Celta o Zaragoza.
Sobrepasados
Precisamente mientras Osasuna no levanta cabeza, algunos de estos adversarios le han ido no solo comiendo terreno sino también poniendo tierra de por medio. Los triunfos de maños y granadinos han provocado que los primeros alcancen a los rojillos -los de Jiménez tienen mejor gol average particular- y que los segundos, con quienes se medirán dentro de quince días, les sobrepasen en dos puntos.
La apacible diferencia de siete puntos de que se disfrutaba hace no mucho tiempo se ha visto ahora reducida a un exiguo punto. Al menos, los tropiezos caseros de Celta, Deportivo y Mallorca han permitido a los navarros seguir dependiendo de sí mismos. Pero no nos olvidemos que Osasuna deberá certificar la salvación ante el Sevilla, de lo contrario, ir al Bernabéu con la obligación de puntuar sería un suicidio anticipado.
Aunque no podrá estar a las órdenes de Mendilibar para las cuatro trascendentales jornadas que restan, al menos Lolo vio confirmado ayer que no tiene afectado el ligamento cruzado de su rodilla izquierda, lo que hubiese supuesto una mayor gravedad de la lesión que se produjo en Mestalla.
Tras someterse a las pertinentes pruebas en la Clínica San Miguel, al futbolista onubense se le detectó una «rotura completa del ligamente lateral interno», según informó el club rojillo en su página web.
«Las pruebas afortunadamente han confirmado que los ligamentos cruzados anterior y posterior, así como ambos meniscos, se encuentran bien», completaba la nota. N.M.
Mendilibar tendrá que volver a confeccionar una línea defensiva muy justa de efectivos, ya que no podrá contar con Arribas, Lolo y Nano. A ellos habrá que sumar también la ausencia de Timor.
Tal y como se han puesto las cosas, la plantilla osasunista ya maneja términos relacionados más con lo humano que con lo deportivo. Así, Andrés Fernández apeló ayer a la «valentía y personalidad» de cada jugador para alcanzar el objetivo de la permanencia.
«Ya no vale pensar en el colchón que se ha reducido, sino en sacar la personalidad y carácter», comentó el meta murciano, quien no ocultó que el ambiente en el vestuario está «jodido» tras perder en Valencia.
En todo caso, intentó enviar un mensaje de optimismo. «Independientemente de cómo hayamos estado o de temas tácticos, lo importante es lo que viene ahora. El sábado tenemos que ganar al Getafe y no vale solo con la intención». N.M.