Durante este último periplo en Primera, Osasuna ha tenido que afrontar más de un encuentro en el que estaba en juego su supervivencia inmediata en la máxima categoría. No es el caso ahora, pero sí que el encuentro frente al Getafe es lo más parecido a una situación de incontestable emergencia. A los rojillos les urge ganar para iniciar de la mejor manera posible las cuatro finales que les restan de aquí al final de temporada.

En su contra, el que deberán romper la pésima racha que llevan protagonizando en casa. Se cumplen ya tres meses desde que los de Mendilibar cosecharon su última victoria en El Sadar, frente al Zaragoza. No tienen más margen para el error, repetir más tropiezos como anfitriones desembocará en un merecido descenso por su incapacidad en propio feudo.

Arribas, en el último momento

La mayor novedad de la convocatoria se produjo precisamente después de que el técnico zaldibartarra confirmase que citaba a todos los disponibles. El Comité de Apelación estimó las alegaciones osasunistas y dejó sin efecto el castigo de un partido que había establecido Competición a Arribas tras el encuentro frente al Valencia.

La presencia del madrileño y la de Armenteros, recuperado de sus problemas en el sóleo derecho, son las noticias positivas para dos hombres que han sido básicos en el once rojillo. El Sadar rozará el lleno y se espera que el ánimo desde la grada ayude a conseguir el triunfo.