Giro de Italia
A Intxausti le sienta bien el rosa
El máximo favorito, Bradley Wiggins, se quedó cortado en el tramo final de la carrera e incluso se cayó en el último descenso a Pescara.
Natxo MATXIN
Diecisiete años después, un corredor vasco volvió a enfundarse la maglia rosa. Abraham Olano la vistió en la antepenúltima etapa de la edición de 1996 y ahora un vizcaino, Beñat Intxausti, recoge el testigo del guipuzcoano. El de Movistar confirma así su progresión como ciclista, después de haber destacado en anteriores temporadas en rondas de menor importancia, como el triunfo en la Vuelta a Asturias del año pasado o el segundo puesto que cosechó en la Euskal Herriko Itzulia de 2010, entonces vistiendo el maillot de Euskaltel.
Para que Intxausti se hiciese con el liderato tuvieron que darse varios factores. El primero, que demostró encontrarse en un buen estado de forma, al mantenerse en todo momento en el grupo de los favoritos. En segundo lugar, la debacle del Sky, materializada en la figura de un Wiggins que perdió casi minuto y medio respecto al vasco, y al que le tuvo que esperar Rigoberto Urán, hasta ayer segundo. El desfallecimiento de Paolini en el rompepiernas final colaboró a la causa.
El detonante de la batalla que generaría semejantes diferencias se produjo a falta de 20 kilómetros para la llegada a la meta de Pescara, cuando Di Luca (Vini Fantini) saltó del pelotón, arrastrando a un pequeño grupo en el que se encontraban Nibali, Scarponi o Gesink, pero no Wiggins, pese a que su equipo había tirado en cabeza en los anteriores kilómetros.
La intensa lluvia y la subida a San Silvestro acrecentaron los males del británico, que se vio sorprendido de nuevo por los ataques de Nibali y Hesjedal, cuyo ritmo no pudo seguir. Para más inri, el último ganador del Tour y principal favorito de este Giro se cayó en la bajada del citado puerto, lo que le obligó a extremar las precauciones y le hizo perder un precioso tiempo, que intentará recuperar en la contrarreloj individual de 55,4 kilómetros entre Gabicce a Mara y Saltara.
Hansen, en la gloria
Beñat Intxausti no fue el único triunfador de la séptima etapa de la ronda italiana. Adam Hansen (Lotto) estrenó su palmarés en una gran ronda con un triunfo titánico, fruto de la fe en sus propias fuerzas. El ciclista australiano se demostró como el más potente de una fuga de seis hombres, de la que formó parte el griego del Euskaltel Ioannis Tamouridis, junto a Ligthart (Vacansoleil), Sella (Androni), Tjallingii (Blanco) y Rollin (FDJ).
Hansen, cuyo mayor triunfo hasta ayer había sido proclamarse campeón contrarreloj de su país en 2008, se movió como pez en el agua -y nunca mejor dicho- en la pista de patinaje en que se convirtió la última bajada camino de meta. Al final, obtuvo algo más de un minuto de diferencia respecto al grupo de los más fuertes, encabezados por Battaglin y Di Luca.
Beñat Intxausti no se esperaba el magnífico rendimiento que, a nivel personal, le iba a reportar el final de la séptima etapa del presente Giro de Italia. «Sinceramente, estoy un poco sorprendido», acertó a decir el ciclista vizcaino en las primeras declaraciones que realizó a su llegada a Pescara.
El de Muxika optó por extender el hecho de la consecución de la maglia rosa al resto de sus compañeros. «Esto es un premio al trabajo realizado para mí y para el equipo», explicó el de Movistar, después de que el equipo dirigido por José Luis Arrieta esté protagonizando una magnífica primera semana en cuanto a rendimiento.
En este sentido, Intxausti amplió que «el objetivo era ganar la contrarreloj por equipos y fuimos segundos por muy poco. Y ahora hemos podido conseguir la maglia rosa», añadió.
El ciclista vasco analizó cómo fue la etapa. «El final ha sido muy complicado por la lluvia. Ha arrancado Nibali y luego se ha caído, no sabía muy bien si Urán venía cortado, pero sí que Paolini se había quedado... Al final ya veía que podía ser líder, pero también estaba el tema de las bonificaciones y hasta que no nos lo han confirmado en meta no te lo crees».
Ahora falta corroborar las buenas sensaciones en la contrarreloj de hoy. «Confío en que voy a hacerlo bien, aunque será difícil retener la maglia frente a Nibali y Hesjedal». GARA