La Abogacía del Estado español ha comenzado a presentar recursos judiciales contra todos aquellos ayuntamientos que priorizan el euskara en su actividad municipal. La decisión de dar prevalencia al idioma nacional frente al castellano ha sido aprobada en 36 municipios de Gipuzkoa, aunque, por el momento, la notificación judicial solo habría llegado a las casas consistoriales de Lezo y Anoeta.

Según informó ayer «Berria» en su edición digital, la petición de la Abogacía ha sido admitida a trámite por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que ha pedido información sobre la decisión de priorizar el euskara a los ayuntamientos afectados por el recurso estatal, a los que ha dado un plazo de veinte días para responder. Además, el TSJPV ha indicado a los consistorios de Lezo y Anoeta que, según las leyes españolas, la información que remitan debe estar escrita en castellano.

Cabe recordar que la Mancomunidad de Urola Kosta y la Mancomunidad de municipios euskaldunes (UEMA) suscribieron hace meses una iniciativa de carácter local que guarda muchas similitudes con una medida aprobada en 2012 por la Diputación de Gipuzkoa, que en octubre anunció que daría un mayor protagonismo al euskara en sus comunicaciones.

Esta iniciativa, creada para salvaguardar los derechos lingüísticos de los euskaldunes, fue respondida con amenazas por parte del delegado del Gobierno español, Carlos Urquijo. En aquella ocasión, el representante de Madrid anunció que la Delegación estatal no iba a permitir «comportamientos fuera de lugar en un Estado de Derecho». Ahora parece que es la Abogacía del Estado la que ha tomado el relevo a Urquijo.

«Ataque» de Madrid

En respuesta a esta situación, ayer el secretario general de Kontseilua, Paul Bilbao, destacó que esta decisión es un «ataque» del Gobierno español a la normalización del euskara en Euskal Herria. Asimismo, denunció que estas acciones demuestran que, «otra vez, los poderes del Estado intentan frenar la recuperación» del euskara.

Por último, destacó que ha llegado el momento de que los euskaldunes muestren su rechazo a este tipo de ataques, y recordó que «hacen falta medidas valientes para poder responder a los deseos de aquellos que quieren vivir en euskara».