El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y la responsable foral de Hacienda, Helena Franco, comparecieron ayer ante la Comisión de Reglamento, Instituciones y Gobierno de las Juntas Generales para dar cuenta de lo acontecido en las dos reuniones celebradas en Gasteiz en torno a la posible flexibilización del déficit público.

Si se confirma esta posibilidad, Franco anunció que la voluntad del Ejecutivo es que sean las propias Juntas, como foro donde se debaten los presupuestos, las que decidan tanto si acceder a un mayor endeudamiento como, en caso afirmativo, en qué se invertirá el dinero. Este planteamiento fue favorablemente recibido por el resto de formaciones.

Fue Garitano el primero en tomar la palabra para dar cuenta del la reunión celebrada el miércoles día 8 con el lehendakari, Iñigo Urkullu, los diputados generales de Araba y Bizkaia y la presidenta de Eudel.

El diputado general de Gipuzkoa manifestó que la flexibilización del déficit y su posible reparto fue el único tema abordado, sin mayores concreciones, por lo cual declaró a la salida que no se podía hablar de acuerdo alguno. Cabe recordar que este aspecto fue causa de intensos ataques especialmente por parte del presidente del PNV, Andoni Ortuzar.

Ayer, el portavoz jeltzale Markel Olano achacó la polémica a un posible temor de Bildu a la fotografía de pacto con Lakua, ante lo cual Garitano insistió en que es difícil desmarcarse de algo que no existe. «Si hubiera un acuerdo lo diríamos», sentenció.

Rifirrafes al margen, Helena Franco dio cuenta del contenido de la cita del pasado lunes, a la que asistieron sus homólogos de los otros dos herrialdes y el consejero autonómico de Hacienda y Finanzas.

Primero habla Bruselas

En esa cita se puso sobre la mesa una hipotética cifra de 180 millones de euros, de los cuales el 70% sería para Lakua, el 15% para Bizkaia, el 10% para Gipuzkoa y el 5% para Araba. Todo está en el aire, porque primero hace falta la luz verde de Bruselas y luego la de Madrid. El Ejecutivo autonómico planteó dedicar ese dinero «sobre todo a infraestructuras».

«No es un dinero que saquemos de la caja, sino una cantidad por la que endeudarnos. Es algo serio que no puede hacerse sin control y que debe ser decidido por la Juntas, si no endeudamos o no y para qué», defendió Franco, quien además recordó que la Diputación de Gipuzkoa insiste en que se debe abordar conjuntamente la reformar de la fiscalidad.

En líneas generales, todos los grupos coincidieron en la idoneidad de que sea la cámara territorial la que aborde este tema y en asumir que no conviene repartir el dinero sin conocer si se dispondrá de él.

Todo el arco político se sumó asimismo al concepto de que hay que ser muy cuidadoso con el endeudamiento. Las disensiones aflorarán cuando cada uno ponga sobre la mesa qué es a su juicio prioritario. Pero como dijo Juan Carlos Cano (PP), antes de vender la piel del oso habrá que cazarlo.