Distintas organizaciones e instituciones recordaron ayer, Día Internacional Contra la Homofobia, que se han dado pasos en la lucha pero aún queda mucho camino. Las agresiones homófobas que todavía siguen ocurriendo -el movimiento popular de Iruñea denunció la víspera ataques, golpes y palizas- son ejemplo de ello.

Gehitu y Errespetuz alertaron al Ararteko de que el acoso que sufren muchos jóvenes desemboca en un riesgo de suicidio. Y el Ararteko reiteró la necesidad de prevención en las escuelas.

La Diputación de Bizkaia propuso un manifiesto sobre la libertad y la diversidad sexual, al que se sumaron, por ejemplo, los ayuntamientos de Bilbo y Lekeitio. Y Aralar se reafirmó en que «ningún pueblo será libre si se mantienen situaciones de exclusión social».