Joseba ITURRIA

Bradley Wiggins puso fin a la tortura en la que se había convertido su objetivo de disputar por vez primera la general del Giro y no tomó la salida ayer, como el último ganador de la prueba Ryder Hesjedal, en la decimotercera etapa ganada al sprint por Mark Cavendish.

El equipo Sky justificó el abandono de su líder por una infección en el pecho y publicó en su web unas declaraciones de Wiggins en las que señalaba que «esta mañana el doctor dijo que era suficiente, porque no he dormido tras un mal día y teníamos una larga etapa y las opciones de luchar por la general habían desaparecido. Hay cosas que no puedo controlar. Es decepcionante parar de esta manera porque vinimos aquí para mucho más».

Tanto el corredor como su equipo anunciaron que Wiggins empieza a pensar en llegar bien al Tour. Saldrá con el dorsal número 1, pero Chris Froome será el jefe de filas del equipo dentro de la difícil convivencia entre ambos. El propio Wiggins aireó tras el Tour las desavenencias entre los dos gallos a pesar de que Froome aceptó su rol y el responsable del Sky, Dave Brailsford, tomó la decisión de colocar a sus dos líderes los objetivos del Giro y del Tour para evitar problemas entre ambos.

Antes de tomar la salida en Nápoles Wiggins ya mostraba su deseo de disputar la general del Tour y eso llevó a Brailsford a recordar públicamente que Froome iba a ser el líder del Sky en julio. Tras retirarse ayer, Wiggins señalaba que «la decisión fue tomada con el fin de estar de vuelta a la plena capacidad para el Tour, así que creo que si hubiéramos seguido en este Giro, el riesgo era que me hiciera más daño a largo plazo, por lo que creo que el equipo ha tomado la decisión de poner fin a la misma y empieza a pensar en volver a estar a pleno rendimiento para el Tour».

También Hesjedal puso final a su tortura en el Giro para intentar recuperarse para el Tour y evita la mayor dureza de la prueba que empieza hoy. Será el tercer final en alto en Jafferau, un puerto duro de diez kilómetros a un desnivel medio del 10% que presenta rampas del 14%. Antes se subirá Sestrieres, de 16 kilómetros, pero suaves. La pendiente media de los primeros nueve es del 3% y los siete últimos el desnivel medio es del 6% y el máximo del 9%. La etapa sale de Cervere y presenta 168 kilómetros de recorrido antes de intentar mañana al Galibier si la nieve no lo impide.

Cavendish no tiene rival

El abandono de los ganadores del Tour y del Giro del pasado año eclipsó la etapa más larga disputada sobre 254 kilómetros entre Busseto y Cherasco y resuelta en un sprint en el que Mark Cavendish ratificó que no tiene rival en los sprints.

Lastras (Movistar), Ermeti (Androni), Boem (Bardiani), Bak (Lotto), Andriato (Fantini), Ludvigsson (Argos) y Hondo (RadioShack) protagonizaron una fuga en el kilómetro 20 en la que el madrileño del Movistar fue el que más aguantó escapado, 225 kilómetros.

En el tramo final también se movieron Jorge Azanza (Euskaltel) y Caruso (Katusha), que fue cazado a falta de un kilómetro. Cavendish no necesitó esta vez el apoyo de Steegmans para lograr su cuarta victoria al sprint.