La edad del euskara y la repoblación de Europa a debate en Atlantiar
Después de abordar el estudio del Paleolítico en 2012, el segundo congreso del programa Atlantiar se centró en la época que va del Mesolítico a la Edad de Hierro, dedicando especial atención a las transformaciones que llevaron al ser humano de su condición de cazador-recolector a integrar sociedades dedicadas a la ganadería y la agricultura. Un abarrotado auditorio de Ficoba escuchó hipótesis sobre la antigüedad del euskara y los orígenes de la población europea.
Alvaro HILARIO | IRUN
Cuando el estadounidense Mark Kurlansky decidió escribir su célebre «The basque history of the world» (1999), mantenía la tesis de que si el pueblo vasco era uno de los más antiguos de Europa y quizás del mundo, había sido testigo presencial de los cambios experimentados por nuestras sociedades y nuestro planeta; por eso, más que contar la historia de los vascos, lo oportuno era contar la historia del mundo desde la óptica vasca.
Organizado por la asociación Jauzarrea (Fondo para el estudio y difusión de la cultura vasca), el segundo congreso del programa Atlantiar, celebrado ayer en el auditorio de Ficoba, en Irun, y con las transformaciones que condujeron al ser humano de cazador-recolector a pastor-agricultor en la época que abarca desde el Mesolítico a la edad de Hierro como eje vertebrador de estudios y ponencias, hubiese sido del agrado de Kurlansky, ya que los estudios presentados en Ficoba arrojan conclusiones que colocarían a Euskal Herria como punto desde el que se repobló la fachada atlántica europea después del último Máximo Glacial (hace 26.000-21.000 años) y al euskara como presente hace 15.000 años por lo menos.
El nivel de lo comunicado por los diferentes especialistas de disciplinas tan diversas como biología, física, genética, matemática, antropología, arqueología e historia dejó satisfechos tanto a los organizadores como a los asistentes (372) que llenaron el auditorio.
Rastro genético
Después de la entrega de documentación a los asistentes y la actuación de Kalakan, el miembro de Jauzarrea y del comité científico organizador del evento, Xabi Otero expuso los pormenores del programa Atlantiar. En esta labor estuvo respaldado por la presencia de personalidades como Joan Mari Torrealdai, Pedro Miguel Etxenike y Juan José Ibarretxe.
A continuación, el físico atmosférico doctor Richard Peltier (Universidad de Toronto) disertó sobre la evolución del clima en el Atlántico Norte hace 26.000-21.000 años, la retirada de los hielos y la formación del litoral de la fachada atlántica europea.
El genetista doctor Stephen Oppenheimer (Universidad de Oxford) fue uno de los protagonistas de la jornada con sus estudios y teorías sobre la repoblación de Europa una vez bajó el nivel de los hielos.
Oppenheimer señaló que «una parte del genoma humano no se mezcla»; esta parte sería la correspondiente al cromosoma «Y» y al ADN mitocondrial, hecho que permite seguir el rastro de las migraciones prehistóricas. Habló, en concreto, de tres oleadas repobladoras: la recolonización mesolítica (hace 11.500 años) y dos posteriores (hace 15.000-7.000 años y hace 7.500 años, cuando había unas temperaturas similares a las actuales).
Según los datos aportados, hubo tres áreas en Europa, tres refugios, en las que hubo población humana incluso durante la última glaciación. Uno de estos tres refugios era el situado en el golfo de Bizkaia (conocido también como refugio franco-cantábrico). Los Balcanes y Ucrania fueron los otros dos.
El análisis de los genes de la población de las islas donde se encuentran Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda y Cornualles arroja porcentajes de presencia genética vasca entre el 80% y el 90% en los grupos poblacionales que hoy las habitan.
Cuando Oppenheimer habla de genética vasca, se refiere a las gentes que, hace 15.000 años, abandonaron el refugio vasco para dirigirse al norte por la fachada atlántica.
También dejó datos sobre las migraciones neolíticas desde Asia hasta Europa y otros que ponen en duda el orígen centroeuropeo de los celtas y su condición de población original de las islas del occidente europeo.
Protolenguas
El profesor Mark Pagel (Universidad de Reading) explicó como él es un biólogo que quiere aplicar patrones matemáticos a la lingüística. Pagel y su equipo multidisciplinar se han empleado en la busca de palabras de muy lenta evolución (estudio realizado en base a la fonética, a los sonidos) en busca de una lengua, una protolengua común a toda Eurasia.
Según Pagel, hay datos para considerar la posibilidad cierta de la existencia de esa lengua común hace 15.000 años y de que, en esos tiempos, ya existía el euskara que no tenía relación con la protolengua euroasiática.
«Espero haberles dado elementos para pensar sobre el euskara», dijo a la audiencia, como despedida, Mark Pagel.
El doctor Lionel Sims, antropólogo, también dará lugar a la polémica con su comunicación. Frente a la teoría clásica que considera que las sociedades de organización compleja no aparecen hasta el Neolítico (concepto basado en la arqueología, sobre todo), expuso sus teorías que adelantan esa complejidad a los grupos de cazadores-recolectores.
Las intervenciones de la tarde corrieron, entre otros, de la mano de científicos vascos: Kepa Paz-Alonso habló de los mecanismos neurofisológicos de aprendizaje de las lenguas.
Jose Antonio Mujika y Xabier Peñalver, por su parte analizaron la economía neolítica y de la Edad del hierro, respectivamente.
Sorprendente fue también la comunicación del lingüista sueco Stig Eliasson (Universidad Gutemberg, Mainz) acerca del contacto del euskara con las lenguas escandinavas, algo que mostraría la presencia de una lengua desconocida en lasinscripciones rúnicas danesas.
Según el doctor Stephen Oppenheimer, una vez terminado el último Máximo Glacial, la población del refugio del golfo de Bizkaia repobló la fachada atlántica europea, algo verificable en base a la genética vasca presente en la población actual de la zona.
Según el doctor Stephen Oppenheimer, una vez terminado el último Máximo Glacial, la población del refugio del golfo de Bizkaia repobló la fachada atlántica europea, algo verificable en base a la genética vasca presente en la población actual de la zona.
Para Xabi Otero, miembro de Jauzarrea y del comité científico organizador del congreso, ver el auditorio lleno «es una satisfacción, una gozada, especialmente para los ponentes, ver el auditorio lleno cuando se viene de tan lejos». Otro motivo de alegría es «ver como los científicos se implican de una manera muy emotiva». Estas amistades redundan, además, en más conocimiento, más colaboraciones: «salen estimulados y con promesas de colaboración». Respecto a las intervenciones, Otero cree que ha habido «cosas muy interesantes», como la intervención de Eliasson sobre las inscripciones rúnicas». También apunta a las teorías de Mark Pagel:
«con las familias de lenguas euroasiáticas va a sorprender a mucha gente; es una persona ceñida al rigor científico y creemos que esto es muy importante para lo que pretendemos», que no es otra cosa que dinamizar el conocimiento sobre la cultura y lengua vasca.
Al más puro estilo científico clásico, dialéctico: lanzar ideas, buscar respuestas. A.H.
Aunque presenten un nuevo espectáculo los bailarines de Dantzaz no dejan sus otras producciones atrás. El 25 de mayo, a las 19.00, ofrecerán «Naufragoak» en el Quartier Gaztelu de Hendaia.
Obra: «Kameleoia», Dantzaz Konpainia.
Coreógrafos:
Jacek Przybylowicz e Itzik Galili.
Lugar y fecha:
Teatro Victoria Eugenia, 18 de mayo a las 20:00.
Precio: 18, 15 o 12 euros.