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Maliki revisa su política de seguridad ante la multiplicación de atentados

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, anunció ayer un cambio en la estrategia de seguridad y en los responsables de la misma ante la extensión de la violencia en un país que sufre además una grave crisis política. En las últimas semanas se han multiplicado los atentados, sobre todo contra la comunidad chií. Ayer murieron más de 60 personas y en toda la semana la cifra de muertos supera los 200.

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GARA | BAGDAD

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, anunció ayer un cambio en la estrategia de seguridad ante la multiplicación de atentados en los últimos días. Desde el la noche del domingo, al menos 72 personas han muerto en la última ola de ataques.

«Estamos a punto de reemplazar a algunas personas encargadas de la seguridad a un nivel alto y un nivel intermedio, y cambiar la estrategia de seguridad », afirmó Maliki, que añadió que estas decisiones se adoptarán hoy en el consejo de ministros.

El primer ministro quiso ofrecer la imagen de un gobierno unido ante la situación de violencia en el país que se une a una grave crisis política, en la que el rechazo y las protestas de la minoría suní denuncian su estigmatización, e incluso miembros de la coalición gobernante cuestionan su política.

Imagen de unidad

Así, Maliki anunció estos cambios flanqueado por los miembros clave de su gobierno, como los ministros de Defensa y Justicia y dos viceprimeros ministros, y aseguró «al pueblo iraquí que (los insurgentes) no podrán volvernos a hundir en el conflicto confesional», en alusión a los sangrientos enfrentamientos de los años 2006 y 2007.

En esa época el número de víctimas mortales por la violencia sobrepasaba el millar cada mes. El envío de tropas suplementarias al contingente de ocupación de Estados Unidos y la formación de la Sahwa (despertar, en árabe), una milicia suní para luchar contra Al Qaeda, permitió un notable descenso de los atentados desde 2007. Pero en las últimas semanas el país árabe ha conocido un estallido de la violencia agravado por la crisis política. Desde comienzos de año, se han producido más de 200 muertos al mes, con un pico de más de 460 el pasado abril, según el recuento de la agencia France Press.

Más de 60 muertos ayer

Ayer más de 60 personas murieron en atentados con bomba que se sucedían hora tras hora en varios puntos de Irak, perpetrados sobre todo en zonas chiíes y que elevan a más de 200 los fallecidos desde la semana pasada por violencia sectaria.

La ciudad de Basora, situada a unos 420 kilómetros al sureste de Bagdad, fue el escenario de dos atentados con coche bomba que provocaron la muerte de catorce personas, según informaron la Policía y fuentes médicas.

«Estaba de servicio cuando una potente explosión ha sacudido el suelo», relató un mando policial cerca del lugar del atentado, en el barrio de Hayaniya. «La explosión ha alcanzado a un grupo de trabajadores que estaban reunidos cerca de un puesto de bocadillos», explicó antes de indicar que vio varios cuerpos sin vida en la zona de la deflagración. «Uno de los cuerpos todavía sujetaba en su mano un bocadillo manchado de sangre», afirmó, en referencia al coche bomba que provocó la muerte de nueve personas.

El segundo coche bomba en la misma ciudad acabó con la vida de otras cinco personas en una estación de autobuses en el barrio de Saad.

Por otra parte, en Bagdad murieron al menos 30 personas en los atentados con vehículos cargados de explosivos perpetrados en Kamaliya, Ilaam, Puente Diyala, Al Shurta, Shula, Zaafaraniya y Ciudad Sadr, barrios con una alta concentración de población chií.

Además, la explosión de un coche bomba aparcado en un mercado en el distrito de Shaad, en el norte de la capital iraquí, mató a doce personas y dejó heridas a otras 26, según fuentes médicas y policiales.

Asimismo tres milicianos de las Sahwa murieron en dos incidentes en la zona de Samarra. En Mosul, el propietario de una tienda murió en su puesto el domingo por la noche.

Por otro lado, en la provincia de Anbar, en el oeste de Bagdad, las autoridades iraquíes encontaron los cuerpos sin vida de catorce personas que habían sido secuestradas el sábado pasado. Los cadáveres estaban abandonados en una zona desértica y presentaban disparos de bala en la cabeza y el pecho, según fuentes médicas y de los servicios de seguridad.

En esta misma provincia la policía se enfrentó hombres armados el domingo por la noche. Un comando trató de liberar a un grupo de policías que habían sido secuestrados el sábado, indicó el teniente-coronel de policía Majid al Jlaybaui a AFP, pero durante la operación murieron doce rehenes y cuatro resultaron heridos, añadió.

En otros dos incidentes ocurridos el domingo por la noche, unos desconocidos atacaron dos comisarías en Haditha, al noroeste de Bagdad. Doce policías murieron en estos ataques.

Anbar es también uno de los núcleos de protestas contra el gobierno que los suníes empezaron en diciembre, que acusan a Maliki de acaparar el poder y a las autoridades de utilizar la legislación «antiterrorista« contra ellos. El Gobierno ha hecho algunas concesiones, liberando a prisioneros y aumentando los salarios de las milicias Sahwa pero, el problema no ha sido resuelto.

Bombas contra dos mezquitas chiíes

Once personas murieron y 71 resultaron heridas por dos atentados en sendas mezquitas chiíes en Hilla, a 95 kilómetros de Bagdad. Una bomba estalló en el interior de la mezquita Al-Wardiya, mientras un kamikaze hizo explotar otra bomba en el interior de la mezquita Al-Graita. Las mezquitas, tanto chiíes como suníes, son objetivos cada vez más frecuentes de los atentados. El pasado viernes otras dos bombas explotaron cerca de una mezquita suní en Baquba, en la provincia de Diyala, al norte de Bagdad, matando a 41 personas. Dos días después, el primer ministro, Nuri al Maliki, hizo un llamamiento a rezos conjuntos entre suníes y chiíes. GARA

peregrinos iraníes

Ocho personas murieron y quince resultaron heridas en un atentado contra peregrinos chiíes llegados de Irán en el norte de Bagdad. Un coche bomba estalló cerca del autocar que los transportaba a Samarra, donde se encuentra un mausoleo chií.

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