La Real se colocó cuarta tras ganar el 17 de marzo al Valladolid en Anoeta e igualar los 47 puntos que convirtieron la pasada temporada en la mejor desde el año del subcampeonato. Desde entonces los blanquiazules han jugado ocho partidos con un calendario duro con cinco salidas y la visita a Anoeta de sus dos más directos rivales -Málaga y Valencia- y han logrado quince puntos que bastarían para asegurarse la previa de la Champions si la Liga española no fuera lo que es, la que tiene los jugadores menos profesionales.

El Valencia ha sumado 17 de los 21 que podía lograr ante otros rivales sin contar con su visita a Anoeta. Aquel partido en una Liga normal, en la que todos los rivales intentan jugar igual todos los partidos, hubiera bastado para decidir la cuarta plaza al abrir una distancia de cinco puntos y el average a falta de cinco partidos.

Pero la Real juega en la Liga española y por eso después de ese partido contra el Valencia y pese a esa ventaja estaba claro que la previa de la Champions era muy difícil de conseguir porque lo más previsible era que los valencianista iban a sumar los quince puntos y eso iba a obligar a lograr al menos diez.

El problema fue que la Real, sobre todo algunos jugadores, dejaron de pisar el suelo cuando se vieron en la nube de la Champions tras ganar al Valencia y perdieron en Getafe y ante el Granada todo el margen de error que se habían ganado. Eso obliga a ganar a Real Madrid este domingo y al Deportivo en la última jornada para mantener la cuarta plaza sin esperar nada de Sevilla y Granada en sus duelos contra el equipo de Valverde.

No será fácil por la calidad que tiene el Real Madrid y porque el Deportivo está muy bien y se puede jugar la permanencia ante la Real con el apoyo de su público. Pero los blanquiazules han respondido muy bien en los partidos más complicados y solo cabe esperar que el problema que obligó a Illarramendi a dejar el partido del sábado ante el Sevilla no le impida jugar el domingo ante el Real Madrid.

Pendientes de Illarra y Vela

Pese a ser la jornada de descanso semanal, el mutrikuarra y otros realistas que llegan justos físicamente al final de temporada se acercaron ayer a Zubieta para ser tratados por el médico y los fisioterapeutas y, aunque se disparó el rumor de que sufre una rotura fibrilar, desde el club no se comunicó lesión ninguna y se espera que Illarra pueda recuperarse salvo que las pruebas a las que se le ha sometido y su evolución indique lo contrario.

También se pasó por Zubieta Carlos Vela para tratarse como consecuencia del golpe de Sevilla que le llevó a ver la tarjeta, según el acta de Álvarez Izquierdo, por «reingresar al terreno de juego sin mi autorización después de haber permanecido fuera del mismo un tiempo prolongado por motivo de lesión».

Al ser la décima tarjeta, lo que le impediría jugar el domingo ante el Madrid, la Real presentó ayer alegaciones al acta en las que defiende que no recibe asistencia médica, que atraviesa parte del campo como atajo y añade un argumento jurídico porque en la jurisprudencia arbitral no aparece ningún termino para medir el tiempo que un jugador está fuera del campo.

Los blanquiazules se entrenarán hoy, mañana y el jueves (éste a puerta cerrada) a las once de la mañana, el viernes a las doce del mediodía y el sábado prepararán a la tarde a puerta cerrada el partido del domingo (20:00).