MONTAÑa 60 años de ascensos
El Everest de los récords
El atractivo por alcanzar el techo del mundo continúa creciendo, con dinero y voluntad el sueño de visitar su cumbre es posible.
Miren SÁENZ
Entre la aventura y la épica, siempre habrá un sitio para el negocio y en eso el Everest también da la talla. De aquellos montañeros atraídos por los retos imposibles y las gestas extremas a una especie de parque temático al que se puede acceder con dinero, convertido en una importante fuente de ingresos para la economía nepalí.
La propia Elizabeth Hawley, la periodista encargada de registrar todas las expediciones del Himalaya, admite que en estos tiempos que corren «la gente sube el Everest en lugar de ir de crucero». La octogenaria notaria sabe de lo que habla.
60 años después de que Hillary y Norgay pisaran por primera vez el techo del mundo en la más estricta intimidad, hay cola y atascos para hacer cumbre y hay alguien dispuesto a hacer lo nunca visto. En lo que va de temporada han visitado su cima un japonés de 80 años, un mexicano que ha subido por la cara norte y la sur, un sherpa nepalí que ha completado su 21ª ascensión por motivos laborales... Su consecución sigue siendo motivo de orgullo y de reivindicación. Lo fue con Martín Zabaleta y acaba de serlo con el primer palestino. También de polémica entre expediciones comerciales, sherpas y puristas, que este año tuvo su punto álgido con una pelea en altura que llevó a Simone Moro y a Ueli Steck a abortar su inédito plan.