Acabado el encuentro frente al Sevilla y conseguido el objetivo de la permanencia, Mendilibar colocó la pelota en el tejado de la junta directiva. «Tengo contrato para el año que viene y me encuentro con fuerzas para continuar». Más claro, agua. El problema es que al compromiso escrito que se firmó con la ante- rior junta directiva hay que contraponer la opinión de los aficionados, que no parecen estar muy por la labor de la continuidad del técnico vizcaino.

Ayer mismo, «Diario de Navarra» publicaba una encuesta en su página web en la que de los más de 1.300 hinchas participantes, el 73% era contrario a que el zaldibartarra se vuelva a sentar en el banquillo rojillo la próxima temporada. Aunque no es un dato concluyente, sí que es cierto que refleja, independientemente de la validez de las razones que se esgriman, un sentir que existe en el entorno osasunista.

Con este panorama de realidades contrapuestas van a tener que lidiar en los próximos días los actuales rectores del club navarro, que deberán adoptar una decisión que, sea cual sea, va a estar sujeta a críticas. En la nueva línea de la actual junta directiva, dicha decisión será lo más consensuada posible. Es por ello que en los próximos días, y siguiendo las pautas llevadas a cabo durante la temporada, habrá una reunión con el director deportivo, Ángel Martín González, quien aportará su opinión al respecto de la cuestión sobre la continuidad o no de Mendilibar.

En coherencia con las declaraciones que ha realizado en los últimos tiempos el máximo responsable técnico rojillo sobre la figura del preparador vizcaino, lo lógico es que defienda su continuidad por una campaña más. Martín González se ha deshecho en elogios hacia un técnico al que siempre ha tildado de muy profesional y consciente de las penurias económicas que tradicionalmente acompañan a Osasuna.

Si se tienen en cuenta los razonamientos del staff técnico, el consejo presidido por Miguel Archanco deberá ejecutar el contrato firmado en marzo del año pasado, aunque no guste a gran parte de la hinchada. Eso supone un hándicap de cara a la temporada 2013-2014, ya que la figura del entrenador quedará al albur de críticas si no se dan los resultados apetecidos, lo que podría derivar en un posible despido durante la disputa del campeonato, como ya ocurriese con Ziganda y Camacho.

En el caso de que Osasuna decidiese prescindir de los servicios de Mendilibar en los próximos días -la decisión en uno u otro sentido parece que se tomará a partir de la semana que viene-, la entidad rojilla tendrá que hacer frente a una indemnización económica, lo que no ayudará mucho a sus paupérrimas arcas.

Masoud y cedidos

A partir de ahora comenzará el carrusel de dimes y diretes sobre salidas y posibles llegadas a la hora de confeccionar la plantilla para la próxima campaña. Lo que está claro es que se hará con los servicios de De las Cuevas -así lo estipulaba el contrato con el Sporting al mantenerse en Primera- y con Silva, un futbolista que puede ser muy interesante para el futuro de la entidad navarra. En el lado opuesto de la balanza, Joseba Llorente y Anthony Annan regresarán a sus clubes de origen, dado que no han ofrecido el rendimiento esperado. Del mismo modo, Masoud acabará su periplo en Iruñea, tras haber sido azotado por las lesiones y su gran irregularidad.

Algunos de esos huecos podrían ser cubiertos por los futbolistas que han estado a préstamo el presente año -Satrus- tegi, Rúper y Zabal-, hasta ver qué se hace con otros hombres que apenas han dispuesto de minutos -Roberto Torres y Manu Onwu, por ejemplo- o las posibles ofertas que puedan surgir por jugadores que están en el mercado, caso de Andrés Fernández y Kike Sola.