El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reveló el lunes los «cuatro pilares» sobre los que descansa el acuerdo parcial sobre la cuestión de la tierra alcanzado entre su Gobierno y la guerrilla de las FARC, el primero logrado en el marco de las conversaciones de paz de La Habana y que, según dijo, es una reforma rural integral.

Santos explicó que «el Gobierno tiene la convicción de que si se quiere revertir los efectos del conflicto e impedir que se repita, hay que cambiar de manera radical las condiciones en el campo» mediante «una reforma rural integral, que tiene cuatro pilares» y conllevará «transformaciones radicales» en el campo colombiano si se pone fin al conflicto armado.

Fondo de tierras

Detalló que el primer pilar supondrá un gran salto cualitativo y cuantitativo en el acceso y uso de la tierra. «Esto significa -dijo- distribuir tierra a los campesinos sin tierra o con tierra insuficiente mediante la creación de un gran fondo de tierras que les permita vivir en condiciones de dignidad».

El mandatario indicó que ese fondo «se va a alimentar de las tierras adquiridas ilegalmente», que serán recuperadas, subrayó, «mediante la aplicación vigorosa de los mecanismos establecidos en la Constitución y la Ley».

Señaló, sin embargo, que «no se trata solo de distribuir tierras», sino de dar a los campesinos los elementos necesarios para que sean productivas, como el acceso a riego, crédito, asistencia técnica y posibilidades de comercialización.

Santos apuntó la necesidad de «mejorar el uso de la tierra» porque «una parte importante de las tierras colombianas está siendo utilizada de manera improductiva». «Para lograr un uso más eficaz crearemos un sistema de incentivos», sostuvo. «El que tenga tierras inexplotadas se lo pensará dos veces», manifestó.

Destacó, además, que todo eso se hará formalmente «para que los legítimos y pacíficos poseedores de la tierra tengan títulos legales sobre ella», y anunció la creación de un sistema judicial para proteger los derechos de propiedad de la tierra.

Planes de choque

El segundo pilar, citó Santos, es el establecimiento de programas especiales de desarrollo con un enfoque territorial en los lugares más necesitados. «Se trata de reconstruir las regiones más afectadas con verdaderos planes de choque», aclaró.

El tercer pilar del acuerdo gira en torno a la implementación de planes nacionales en «la Colombia rural» en materia de educación, salud, vivienda, infraestructuras, riego, agua potable y protección social «que logren -en una etapa de cons- trucción de paz- una reducción radical de la pobreza y, en especial, de la pobreza extrema».

«El cuarto y último pilar es la seguridad alimentaria y nutricional» de la población, remarcó Santos, para que «todo el esfuerzo de transformación del campo debe llevar a una mayor producción de alimentos y a una mejor nutrición, en especial de los más pobres», y con ese objetivo se crearán «programas especiales contra el hambre».

El presidente colombiano manifestó además que la reforma rural integral requiere un gran esfuerzo de preparación institucional y fiscal, por lo que afirmó que el Gobierno «ya está trabajando en el tema para asegurar que lo que se firme en el acuerdo final se cumpla en su totalidad», al tiempo que instó a los ciudadanos a prepararse también para la fase de transición y construcción de la paz «a la que todos tenemos que aportar».