Eliminados pese a jugar un gran partido
La decepción no ocultará el orgullo
Plenos de intensidad, los hombres de negro tuvieron en jaque al Barça, al que aguantó Lorbek. Los triples culés voltearon el marcador.
BARCELONA 79
UXUE BILBAO BASKET 70
Arnaitz GORRITI
Se cumplió la lógica y Uxue Bilbao Basket dijo adiós a la temporada al caer en el Palau Blaugrana. La decepción resultó mayor, empero, porque durante más de 30 minutos los hombres de negro tuvieron en jaque a un Barcelona al que sostuvo Lorbek y que volteó el marcador cuando sus triples empezaron a entrar en cascada. Y para postre, el Gran Canaria, que eliminaba al Baskonia en Gasteiz, arrebataba el puesto de Eurocup a los bilbainos, que pasan de rozar la Euroliga a quedarse sin Europa el año que viene.
Sin embargo, esa decepción no puede ocultar el orgullo que los seguidores bilbainos indudablemente han de sentir de su equipo. Después de penar tras la final de Charleroi, los pupilos de Fotis Katsikaris dieron un paso adelante a partir del segundo partido de esta serie. Apretaron en defensa, cerraron la zona e invitaron a tirar de tres a un Barça que hasta el último cuarto no lograba anotar desde más allá de los 6,75 metros.
Si en anotación fue Nikos Zisis quien sobresalió, hay que reconocer que todos los jugadores dieron la talla. «Héroes» del segundo partido como Raül López y Alex Mumbrú notaron en exceso sus limitaciones físicas, pero aun así no se borraron, mientras que jugadores como Moerman o Grimau ofrecieron prestaciones dignas de elogio. Las pilas, por desgracia, se agotaron antes de hora.
Los de Katsikaris provocaron un sinnúmero de pérdidas al Barcelona, obcecaron a Navarro, y solo concedieron la conexión entre Huertas y Lorbek. Entre el paulista, el esloveno y Tomic, el Barça llegó a adelantarse 20-14, pero la irrupción anotadora de Moerman, seguido de Zisis y Hamilton, hizo que el marcador se volteara, llegando a colocarse por delante, 33-35 al descanso.
Un parcial para la esperanza
Resultaba increíble la metamorfosis de un Bilbao Basket que caía por 26 puntos hace menos de una semana y que, agotado físicamente, no solo plantaba cara al vigente campeón de la ACB, sino que hacía brillar rayos de esperanza al adelantarse 37-45.
La entrada de Mavrokefalidis y un triple a tablero de Lorbek cambiaron el panorama. La defensa culé apretó al máximo, mientras que la falta de resuello hacía mella entre los bilbainos. Una canasta de Moerman y el primer triple de Vasileiadis mantuvieron a los de Katsikaris por delante, 49-50, al final del tercer período.
Pascual dio una vuelta de tuerca sacando a Jasikevicius, que era capaz de responder los triples de Vasileiadis con la misma moneda. La última ventaja vizcaina fue de 54-56, pero lo siguiente que vieron los hombres de negro fue que el Barça se iba 64-56 tras un parcial de 10-0. Katsikaris, después de rotar de maravilla durante muchos minutos, decidió jugársela con sus titulares, pero estos no estaban para imponerse a nadie.
Dos tiros libres errados por Mumbrú parecían la sentencia, aunque una última canasta de Vasileiadis y cinco puntos consecutivos de Hamilton querían significar un último bastión de resistencia. Ojalá, pero no.
No, porque hasta un mediocre tirador -o peor incluso- como Sada se puso a enchufarlas de tres. Nada que achacar a los hombres de negro, que lo dieron todo, pero que al final debieron llevarse una derrota incluso más abultada de lo que se había visto sobre el parqué. Fin de la temporada y adiós a Europa. Pero con la cabeza alta.
Un último parcial de 21-29 consumó la otra sorpresa de los cuartos de final, ya que el CAI Zaragoza derrotó por 77-83 al Valencia Basket en La Fonteta. Llompart y Michael Roll fueron los principales estiletes del cuadro maño.
Las palabras de Fotis Katsikaris sonaron a agridulce despedida. «No tengo palabras para describir lo que hemos hecho juntos. Este equipo merecía algo más porque ha hecho un trabajo espectacular, pero esto es deporte. Ha sido un gran honor para mí dirigir a este equipo», afirmó.
Lo tuvo claro el técnico heleno. «Nuestra intención era la de ganar este partido y buscar nuestras opciones para ello, y el equipo lo ha demostrado. Hasta el triple a tablero de Lorbek, el Barça tenía muchas dificultades ante nuestra defensa. Pero ante un equipo grande como este, llega un momento que te rompe el partido. Mi equipo tiene mucho mérito», recalcó. A. G.