El debut de los jóvenes Unai García y Maikel Mesa con el primer equipo, los buenos minutos de Roberto Torres y Manu Onwu en ataque, y el aplauso del Bernabéu a Ricardo, que jugó ayer su último partido como profesional, fueron las mejores noticias que dejó el trámite al que tuvieron que hacer frente Real Madrid y Osasuna en el coliseo del Paseo de la Castellana.

La ausencia de motivaciones competitivas se notó desde el primer minuto, con dos equipos totalmente partidos en el que el centro del campo brilló por su ausencia. La apuesta de Jose Mourinho en su despedida del Real Madrid, además de dejar a Casillas fuera de la convocatoria, fue sacar toda su artillería, lo que unido a una defensa de circunstancias propició un choque de ida y vuelta.

Lo pudo aprovechar Osasuna, que jugó a placer en la primera mitad y tuvo las mejores ocasiones. Roberto Torres se aprovechó de las carencias defensivas de Callejón, el improvisado lateral derecho de Mou, y de sus botas nacieron las mejores oportunidades rojillas. Una docena de disparos, la mitad a puerta, reflejaban una estadística poco habitual para el equipo navarro.

Lo que sí se mantuvo inalterable fue la falta de acierto ante la meta rival, defendida por un Jesús Fernández que, eso sí, tuvo que fajarse bajo los palos. Sus buenas paradas al cabezazo de Joseba Llorente (min. 14) y al intento individualista de Armenteros (min. 33), así como los voluntariosos pero desviados disparos lejanos de un activo Cejudo, hicieron estériles los mejores minutos visitantes.

Y cuando se tiene a todo un Real Madrid en frente, aunque sea en su versión más mundana, los errores se pagan. Primero fue Gonzalo Higuaín el que castigó la «empanada» de Rubén al quedarse rompiendo el fuera de juego en el minuto 35. Y apenas tres después, Essien remataba de cabeza y sin oposición un córner sacado por Ozil, calcando una jugada que ya habían intentado los blancos poco antes.

Dos goles, pero ningún premio

Mendilibar, que debía estar comiéndose las uñas en la grada por culpa de su expulsión contra el Sevilla, movió ficha en el descanso dando entrada a Manu Onwu en lugar de Joseba Llorente. Y el delantero tudelano dio la razón a aquellos que venían pidiendo más oportunidades para el rivero. El escenario no era el más exigente, pero su salida dio mordiente al hasta entonces inocente ataque de los rojillos.

De hecho, casualidad o no, Osasuna fue capaz de marcar dos goles y empatar el partido. El primer tanto lo marcó Roberto Torres tras una buena acción personal, regateando a Álvaro Arbeloa y conectando un buen disparo desde fuera del área. El segundo fue obra de Álvaro Cejudo, rematando de cabeza una prolongación de Onwu tras buen centro desde la izquierda.

Por desgracia, la respuesta llegó inmediatamente, en una buena conexión de Ozil con Benzema, y a partir de ahí, entre el pequeño homenaje a Ricardo y la alternativa de Mourinho a los jóvenes Omar y Llorente, fueron los locales los que pudieron marcar muchos más. Finalmente, solo anotaron el cuarto, en una cabalgada de Higuaín por la banda dejando en evidencia a Cejudo, su pase a Benzema, y el tanto final de Callejón, que cerró la cuenta madridista.