En el poder desde 2008, el Partido Popular (PPP) del presidente, Ali Asif Zardari, viudo de la ex primera ministra Benazir Bhutto, fue ampliamente derrotado por la Liga Musulmana (PML-N) de Nawaz Sharif, que el miércoles se convertirá en primer ministro de Pakistán por tercera vez, después de que ayer la nueva Asamblea Nacional surgida de las elecciones del 11 de mayo iniciara oficialmente sus actividades tras la toma de posesión de los diputados para un periodo de cinco años.

«Esta transición democrática es un hecho positivo para el país. No hay mejor manera de cambiar el Gobierno que a través de las urnas», dijo Sharif antes del inicio de la legislatura.

La actual Cámara Baja sucede a la que había sido elegida en 2008 y finalizó con normalidad su mandato de cinco años en marzo, por primera vez en la historia democrática del país, jalonada por golpes de Estado militares.

El PML-N dispone de una mayoría de 342 diputados, lo que le sitúa muy por delante del PPP, desgastado por cinco años en el poder y su mala gestión económica y en materia de seguridad, y del PTI de Imran Khan.

En Pakistán, el jefe de Estado es elegido por los miembros de la Asamblea Nacional, el Senado y las asambleas provinciales.

Tras las elecciones se sugirió que Zardari podría llegar a un acuerdo político con el PML-N que le permitiera ser reelegido en las postrimerías de su mandato en setiembre. Pero, según subraya el analista político Imtiaz Gul, parece que Zardari podría ser reemplazado con cuidado en el transcurso del verano por Sartaj Aziz, un líder de la PML-N. «El PML-N dejará Zardari completar su mandato», pero el jefe de Estado está «en una posición de debilidad desde la derrota del PPP en las elecciones» para pretender permanecer en el cargo, indicó.