Según dio a conocer ayer el Ministerio de Justicia de Taiwán, el domingo por la noche, el expresidente Chen Shui-Bia, ferviente defensor de la independencia de la isla, trató de ahorcarse con una toalla en el baño de la prisión de Taichung, donde cumple una pena de 20 años por corrupción. Al parecer, un guardia se dio cuenta de que «estaba ocurriendo algo extraño» a causa de los ruidos procedentes del baño. Los exámenes médicos revelaron que Chen estaba fuera de peligro.

El expresidente fue trasladado a la cárcel de Taichung en abril, después de haber pasado varios meses en una unidad médica carcelaria de Taipei, con diagnóstico de depresión aguda y otros problemas de salud.

Los médicos recomendaron tratamiento domiciliario, pero el ministerio de Justicia sostuvo que esa opción no existía para los reclusos. Sus familiares y partidarios acusan al presidente Ma Ying-Jeou de denegarle la libertad bajo fianza por venganza política.