Philippe Montanier quiso justificar en la búsqueda de un nuevo reto su decisión de fichar por el Rennes para las tres próximas temporadas en la rueda de prensa de despedida que ofreció ayer en Zubieta. En un principio dijo que prefirió el proyecto a medio plazo del equipo bretón a la oferta de una temporada de la Real, pero cuando se le planteó si estaba dispuesto a negociar para renovar por más años negó que la duración resultara determinante en su elección.

El técnico normando se esforzó en intentar negar también que el económico fuera un elemento decisivo. Dijo que por la fiscalidad francesa el sueldo neto que cobrará será inferior al ofrecido por la Real para la próxima temporada. También rechazó que su ayudante Michel Troin haya influido en su marcha: «Le gusta trabajar y vivir aquí. He tomado la decisión yo solo y luego he preguntado a Michel si quiere venir conmigo».

Montanier, que estuvo acompañado por Loren, consejeros, y por todas las personas que han trabajado con él en Zubieta, quiso agradecer antes de comenzar las preguntas el trabajo de los jugadores y de todos sus colaboradores y al Consejo y a la dirección deportiva por confiar en él para el banquillo realista.

Preguntado por los motivos de su decisión, respondió que «tengo dos posibilidades, una renovación de un año interesante para seguir en la Champions y otro proyecto de tres años a medio plazo. Es una elección profesional y prefiero elegir un proyecto a medio plazo, pero tengo que agradecer a la Real por ofrecerme la renovación».

Señaló que la Real nunca le ofreció más de un año, y cuando se le planteó si hizo una contrapropuesta para que la oferta realista fuera de mayor duración respondió que «no es mi voluntad y no solo es una cuestión de años, también de proyecto porque voy a encontrarme la misma situación que al venir aquí, un club de medio presupuesto, con una cantera de calidad que quiero optimizar».

Ya defiende al Rennes

No le gustó que le preguntaran «si se ha ido a un club menor como el Rennes al ver que en la Real había dejado el listón demasiado alto». «El Rennes terminó entre los seis primeros la mayor parte de los últimos diez años. No es el caso de la Real. La Liga española es la mejor del mundo, pero cuando eliges hay ventajas y desventajas y pienso que la Liga francesa va a crecer, se están fichando jugadores de gran nivel... Es la misma situación que cuando dejo el fútbol profesional para entrenar en Boulogne sur Mer en el mundo amateur con un proyecto interesante para optimizar recursos y convertirlo en profesional». Lo subió a Primera División.

«Es un nuevo reto optimizar esa cantera. No solo es cuestión de años, es una cuestión de proyecto deportivo», repitió el mismo mensaje, con un «no solo» que venía a confirmar que la duración del contrato fue importante. Y con eso va unido lo económico, porque la Real no podía ofrecer tres años en las cantidades económicas que garantizaba el Rennes porque su apuesta por el técnico ha sido cuestionada hasta en este final de Liga.

Al respecto, Montanier señaló que «es difícil para mí hablar de hipótesis de más años o más dinero. Hay que respetar la posición de la Real, que entiendo muy bien, hay una coherencia. Tengo que respetar su posición y hay que respetar mi elección».

Por eso se le preguntó por la influencia que ha tenido la oposición de un sector del público y de la prensa que ha encontrado durante estos dos años.

Su único mensaje directo

«Cuando uno puede decir que la Real termina cuarta a pesar de Montanier es una falta de respeto porque vi muchos partidos de la Real antes de venir para conocer la plantilla. Y veo los últimos encuentros y hay una buena progresión. No son solo las cifras del tercer mejor ataque, la cuarta defensa... Hay una evolución y quizás tengo una pequeña responsabilidad. Pero no puedo impedir a una pequeña parte de la gente que sea deshonesta. Es el fútbol, es la vida. No necesito de nadie para saber quien soy, de donde vengo y a donde voy. Estoy satisfecho del rendimiento y la progresión del equipo», señaló con rotundidad.

Añadía que «más importantes que las críticas es el rendimiento del equipo. Mi recompensa es la actitud de los jugadores durante los entrenamientos y los partidos y su adhesión. Lo esencial en el fútbol es lo del campo». Destacó el papel de los que no juegan: «El seleccionador francés de balonmano me dijo una vez que en el grupo lo más importante, los que marcan la diferencia, son los jugadores que no son titulares y juegan poco porque el ambiente de trabajo depende de ellos». Por eso destacó el valor humano de los realistas y que puedan hacer planes juntos como el de la despedida de Dani Estrada de Ibiza.

Además siente que «hay una diferencia entre la percepción de la gente en la grada y la realidad en la calle. Durante los momentos difíciles estuvimos todos muy contentos de ver a la afición apoyar al equipo. No he tenido problema con la gente de Donostia o Gipuzkoa. Reducirlo todo a un partido como el del Espanyol no refleja mi relación con la gente. Volveré a disfrutar de la ciudad con mi mujer».