GARA > Idatzia > Kultura

«¿Estilo? ¿Qué es eso? Tenemos actitud hardcore, todo lo demás son etiquetas estériles»

p048_f01.jpg

Jon Martinez

Guitarra y coros de Hil Aiari

Hil Aiari se curten como músicos a lo largo de la vida de Odolaz Blai, grupo encartado que se patea Euskal Herria durante siete años al intenso ritmo del jarkore metálico. Llegados a la última estación, su vocalista baja del tren, mientras que el resto retoma el camino de vuelta, recluta a un nuevo miembro y gira sin contradicciones su sonido hacia un tono menos metálico y tan intenso como antes.

Pablo CABEZA | BILBO

Pocas son las formaciones que han trascendido desde Enkarterri, extensa zona donde los acordes taladran con dificultad. Aún así, Odolaz Blai (Zalla) consiguió salir de los angostos valles para situarse entre las bandas más reconocidas dentro del jarkore. Tras siete años de voluntad, actitud y madurez, las circunstancias obligan a tomar una decisión al abandonar el grupo su vocalista, Txaber Baskones.

Las nubes pasan rápido, por lo que el trío restante (Jon Martinez «Gurejon», Erik Berganza y Jon Santos «Topi») ve despejado el horizonte con la entrada de Josu Lezama «Potxu» y la ilusión de comenzar una nueva etapa con retoques estilísticos y nuevas canciones. Hil Aiari es el nombre del nuevo proyecto. Banda que debuta con un disco muy cuidado y donde con coherencia se va mezclando jarkore brutote, metalcore rotundo, punk-rock, killer rock y hasta alguna pincelada death.

¿El inicio fue duro ante la tarea de tener que armonizar la pugna de diferentes estilos?

No buscamos la conexión entre estilos. Todos escuchamos de todo y esto influye en la composición. Yo provengo del heavy, el thrash y el death, Potxu del hardcore punk de los 80, Topi era más numetalero y hoy un poco más metalcorero, pero también le gusta la música electrónica y otros estilos y, finalmente, Erik viene más del harcore melódico de los 90, aunque hoy escucha grupos de rock de todos los tiempos desde Black Sabbath hasta The Gaslight Anthem. De otra parte, en la etapa anterior yo componía bastante y ahora la responsabilidad recae más en Erik. El puzzle se completa con el cuaderno de Potxu, repleto de canciones compuestas en la cárcel y que nosotros transformamos en el local a nuestra manera. La idea, tal y como lo vemos, es que el estilo se vaya asentando por sí solo. La de «Superfluo» tiene un toque rock escandinavo, «1512an» es metal cien por cien, «Ezin egon» parece un homenaje al hardcore ochentero de Euskal Herria. Pero, después de todo, la realidad es que todas han surgido de forma bastante natural. ¿Estilo? ¿Qué es eso? Tenemos actitud hardcore, todo lo demás son etiquetas estériles.

A pesar de voces rudas y sonidos duros, hay cierto cuidado por aportar melodías. Estribillos como el de la dura y seca «Nekeriz ez».

La historia de esta canción es que fuese un tema crust de minuto y medio y ha terminado siendo casi una canción épica de hardcore de casi cuatro minutos, cosillas de la composición, nos vinimos arriba, así de claro. La idea es trabajar más las voces en cuanto a lo melódico porque los gritos desgarradores vienen solos. Además, no cerramos puertas a otros aspectos vocales que quizás no hayamos explorado aún. Hil Aiari es todavía un niño en pleno desarrollo cognitivo.

Con estas canciones y este sonido, la impresión es de que no puede haber paz en un concierto de Hil Aiari.

¡Nunca! La verdad es que hemos dado un montón de conciertos y la idea es darlo todo. Siempre nos ha gustado el directo y cuando consigues contactar con el público la sensación recibida es la hostia. El concierto que dimos en el gaztetxe de Durango, por ejemplo, no se nos olvidará jamás, ¡qué locura!

El historial de la banda es breve, pero ya han tocado en otros países.

Sí, estuvimos en Alemania y Holanda. Recientemente hemos hecho una mini gira por los PPCC tocando en Villafranca, Canovellas y Roquetes de Barcelona. También recordamos con entusiasmo la actuación en Gazte Danbada de Urduña.

Y caña al sistema, aunque este aguante aún con las tripas fuera.

Sí. Caña al sistema. Actitud hardcore ante todo. Casi todos hemos estado comprometidos de algún modo en algo: política, cultura, movimientos sociales, etcétera. En lo musical hemos sido un referente en movimiento harcore de Enkarterri y es el que ha unido lazos con otros gaztetxes, grupos y elkartes. Intentamos llevar una trayectoria de coherencia en lo musical y en lo personal, sobre todo trabajando el terreno del «Do It Yourself». Pero tampoco queremos aislarnos. La idea es llegar a todo el mundo. En Azoka de Durango tocamos el mismo día en Ahotsenea, al mediodía, y en el gaztetxe, ya de noche. No obstante, el circuito gaztetxero siempre será nuestro hábitat natural. Por comentar algunos, los de Zarautz, Bergara, Basauri, Zalla, Deustua, Eibar, Munitibar, Santurtzi, Alonsotegi, Soraluze, Gasteiz, etcétera. También sacamos un fanzine de hardcore de Enkarterri llamado «K-putxa».

La portada es muy llamativa, aunque han cuidado todo el diseño, lo cual siempre resulta agradecido y positivo.

Es un digipack de tres cuerpos y con un póster en el interior en el que tiene las letras por detrás con algunas citas. El tema de las citas ya lo habíamos utilizado antes en Odolaz Blai y nos parece una buena idea para que la gente sepa de qué trata el tema más allá de la metáfora. Además nos ofrece la posibilidad de salirnos de lo habitual, para que quien compre el cd además de escuchar los temas, pueda entender el espíritu crítico que rodea a Hil Aiari. La portada nos la ha hecho un dibujarte de Portugalete llamado Txori. Los dibujos de dentro son de Gorri (Juan Ramón Rojo), preso político vasco que estuvo con Potxu en Daroca. Nos los envió cuando todavía estaba dentro. Por suerte hoy día está libre. Le mandamos la temática y él hizo un dibujo por cada canción.

 
MENSAJES

«El tema de las citas ya lo habíamos utilizado antes en Odolaz Blai y nos parece una buena idea para que la gente sepa de qué trata el tema más allá de la metáfora»

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo