Fin de la lucha de los presos de Muret tras el traslado de Moreno
Los presos políticos vascos de la prisión francesa de Muret-Seysses, que estaban en lucha desde el pasado 27 de mayo para denunciar la actitud de esta cárcel hacia su colectivo, dieron fin ayer a sus protestas tras la decisión del Estado francés de trasladar a Itziar Moreno a la cárcel de Fresnes. Desde Etxerat se congratularon del cambio de situación, pero pidieron «que no repitan situaciones como esta».
Mikel PASTOR | BILBO
La lucha que desde el pasado 27 de mayo mantenían los presos políticos vascos Itziar Moreno, Oihana Garmendia, Rubén Rivero y Julen Mujika dio ayer finalmente sus frutos, con la decisión de las autoridades francesas de trasladar a Itziar Moreno de la prisión de Muret-Seysses, en la que había denunciado palizas y amenazas, a la cárcel de Fresnes, al sur de París.
Horas antes de conocerse esta decisión, Etxerat ofrecía una rueda de prensa en Bilbo para explicar los motivos que habían movido a dos presos a ponerse en huelga de hambre y a otros dos a renunciar a la comida de la prisión, además de para denunciar el trato dispensado por la penitenciaría de Muret-Seysses al colectivo de presos vascos.
María Rivero, hermana de Rubén, Jaione Garmendia, hermana de Oihana Garmendia, y Txelis Moreno, padre de Itziar relataron las distintas vulneraciones sufridas por sus familiares en las últimas semanas: «El 27 de mayo, Itziar, tras una provocación por parte de los guardias, mantuvo con estos una fuerte discusión, y fue trasladada, de manera violenta, con patadas y agarrones del pelo, al Mittard (celda de castigo)». Tras otra fuerte discusión por el uso del papel higiénico, los responsables de Muret decidieron castigarla con 25 días en el Mittard.
Para denunciar esa situación, Oihana e Itziar se pusieron en huelga de hambre, aunque Oihana tuvo que abandonarla de manera prematura. El 31 de mayo, Rubén Rivero se unía a la huelga de hambre, y Julen Mujika rechazaba la comida de la cárcel como medida de protesta.
Denuncias reiteradas
Etxerat recordó que «no es la primera vez que nos vemos obligados a denunciar públicamente» a la prisión francesa y sus responsables por la «actitud inaceptable» hacia los presos vascos.
En ese sentido, recordaron otras vulneraciones sufridas en ese penal por presos vascos, como las condiciones a las que fue sometido el preso gasteiztarra Ibai Peña o el caso del preso ondarrutarra Xabier Aranburu, «agredido y posteriormente aislado en una celda. En protesta realizó una huelga de hambre y sed de seis días con la cual consiguió cambiar la situación».
La asociación solidaria expresó su pesar por «encontrarnos de nuevo ante una vulneración de los derechos más fundamentales en esta prisión. Palizas, castigos desproporcionados, amenazas... Exigimos que se respeten sus derechos y que estas situaciones no se vuelvan a repetir nunca más».
Por todo ello, Etxerat mostró su adhesión a las movilizaciones convocadas por Herrira para los próximos días. La primera se celebrará este viernes, y consistirá en una concentración frente al Consulado francés en Bilbo.
Por su parte, los Herrira Bilguneak del barrio bilbaino de San Inazio y de la localidad vizcaina de Balmaseda han organizado una marcha a la cárcel de Muret-Seysses para el sábado. La iniciativa partirá a las 5.45 del sábado desde la localidad encartada y pasará a las 6.30 por la Plaza Levante de San Inazio, el barrio de donde es natural Itziar Moreno.
Herrira ha organizado un viaje en autobús solidario desde Azpeitia hasta la ciudad andaluza para realizar una marcha de apoyo a Karlos Arruti «Paterrari» ante la prisión en la que se encuentra recluido.
Dos concentraciones ante la cárcel de Iruñea reclamaron ayer, al mediodía y a la tarde, que Josune Arriaga no sea enviada de nuevo a la prisión de Topas tras ser trasladada la pasada semana a la capital navarra para poder visitar a su madre, aquejada de una grave dolencia y a la que no veía desde hace diez años.
La Policía trató de impedir la concentración, pero una delegación se acercó hasta la puerta de la cárcel, donde entregó una carta al director de la prisión en la que denuncia la situación de Arriaga y critica que cada vez son más los familiares enfermos que no pueden visitar a los presos encarcelados a cientos de kilómetros de Euskal Herria.
«No hay razón para alejar a esta presa a cientos de kilómetros, y menos ante una situación familiar tan complicada», añade la misiva.
El viernes, tendrá lugar otra concentración en defensa de los derechos de Arriaga, ante la Delegación del Gobierno español en Nafarroa (12.00). El martes expusieron el caso al Defensor del Pueblo de Nafarroa. GARA