El Ejército de Mali ataca a los tuaregs con el aval de París para recuperar Kidal
El Ejército de Mali lanzó ayer una ofensiva militar con el aval de París contra el último bastión de los rebeldes tuaregs al norte de Mali, la ciudad de Kindal. François Hollande insistió en que las elecciones presidenciales del 28 de julio deben celebrarse en la fecha prevista y en todo el territorio.
GARA | BAMAKO
Guerrilleros tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) se enfrentaron ayer con soldados malienses en la región de Anefis, cuyo control quiere recuperar el Ejército. Por la tarde, fuentes militares confirmaron la entrada de las tropas regulares en la localidad de Anefis en su avance hacia Kidal, bastión tuareg.
Desde París, tras recibir paradójicamente un premio «por la búsqueda de la paz» de la Unesco por su intervención en Mali, el presidente francés, François Hollande, advirtió de que «todavía queda mucho por hacer» y subrayaba ante una decena de jefes de Estado africanos que las elecciones presidenciales previstas el 28 de julio en el país africano deben celebrarse en la fecha fijada «y en todo el territorio de Mali, y por lo tanto también en Kidal», a pesar de que la rebelión tuareg rechaza el despliegue de la Administración y el Ejército malienses en su feudo.
«El proceso en curso -agregó- debe contemplar el despliegue de la Administración civil maliense en Kidal como en todo el norte de Mali».
Poco antes, el Estado francés había exhortado a los grupos armados a deponer sus armas». «En Mali solo puede y debe haber un único Ejército que pueda desplegarse en el conjunto del territorio», resaltó el portavoz del Ministerio francés de Exteriores, Philippe Lalliot.
«Nuestras tropas tuvieron enfrentamientos en la zona de Anefis frente a unos bandidos armados que sufrieron numerosas pérdidas en vehículos y en hombres», declaró el portavoz del Ejército, Souleymane Maiga.
«La ciudad está casi vacía y la población se ha retirado hacia los campamentos. Continuaremos nuestra misión para la liberación total del territorio», advirtió el coronel Didier Dacko.
Una fuente próxima al coronel Al-Hadj Ag Gamou, uno de los responsables de la ofensiva, aseguró a Efe que tras tomar el control de Anefis el Ejército continuó hacia Kidal.
«La patria los reclama»
Fuentes del MNLA confirmaron a AFP los enfrentamientos. «El Ejército maliense atacó nuestras posiciones esta mañana -por ayer- en Anefis. Ha optado por solucionar la situación a través de la guerra y el Gobierno de Bamako deberá asumir todas las consecuencias», dijo a Mahamadou Djeri Maiga, vicepresidente del MNLA.
A través de las redes sociales hizo un llamamiento a a todos los oficiales y combatientes del MNLA y del Alto Consejo por la Unidad de Azawad para que se dirijan a Kidal, porque «la patria los reclama».
Para el Gobierno de Bamako se trata de «expulsar a los criminales» del MLNA en aras del «restablecimiento total de la integridad territorial en Mali» ante la proximidad de la cita electoral de julio.
La ofensiva militar en Azawad se produjo pocas horas después de que el Gobierno de Bamako anunciara su decisión de prolongar el estado de emergencia hasta el próximo 5 de julio.
La decisión de intervenir militarmente en Mali el pasado enero le valió ayer al presidente francés, François Hollande, el premio Félix Houphouët-Boigny de la Unesco por la búsqueda de la paz, recibido en una ceremonia en la que estuvieron presentes nueve jefes de Estado africanos. «Puede parecer paradójico después de haber portado la responsabilidad de una guerra, pero tenía como único objetivo poner fin a una agresión, la que quería someter a un pueblo a través del terror», señaló Hollande tras recibir esa distinción.
El galardón, entregado en años anteriores fue recibido por los expresidentes sudafricano Nelson Mandela (1991) y brasileño Lula da Silva (2008), reconoce desde 1989 a quienes «de forma significativa» han contribuido a promover, buscar, salvaguardar o mantener la paz.
En la ceremonia de entrega Hollande recordó que, pese a que París respondió positivamente a la petición de ayuda del presidente Dioncounda Traoré, «fueron los propios africanos quienes se liberaron del terrorismo». Y el uso de la fuerza, según dijo, «estuvo plenamente justificado» y contribuyó, en su opinión, a frenar el avance hacia Bamako de los islamistas que controlaban el norte del país y a «prevenir una operación que quería someter a todo el Sahel». GARA
El MNLA, que se hizo con el control de Kidal tras la intervención francesa de enero y el desalojo de los islamistas, exige un acuerdo político con Bamako antes de deponer las armas.
