Denuncia sindical unánime «contra los recortes exagerados» en Nervacero
Trabajadores de Nervacero se concentraron ante la delegación del Gobierno de Urkullu en Bilbo para denunciar que la dirección «es insaciable», porque a los recortes aplicados hasta la fecha ha añadido un ERE de suspensión temporal y «medidas cada vez más regresivas».
Juanjo BASTERRA | BILBO
El comité de Nervacero, del Grupo Celsa, como Laminaciones Arregui, formado por UGT, CCOO, ELA y LAB, denunció ayer en Bilbo «los recortes exagerados» que está aplicando la dirección y que «parece que no tienen fin». Ante la delegación del Gobierno de Gasteiz en la Gran Vía de Bilbo, pidieron a la Autoridad Laboral que no dé visto bueno al nuevo expediente de suspensión temporal que ha propuesto la dirección para el conjunto de la plantilla.
En un comunicado, los cuatro sindicatos afirman que las continuas reformas laborales «están consiguiendo que perdamos derechos conseguidos durante años, no solo en lo referente al salario, sino que también se están desregulado las condiciones laborales, además de cifras de paro escandalosas y con el poco trabajo que se crea cada vez más precario».
Para UGT, CCOO, ELA y LAB, Nervacero es un ejemplo de esta situación de retroceso. «Ha disminuido la plantilla en 200 personas en dos años, trabajamos con más flexibilidad -'trabajo a la carta'- y a día de hoy llevamos una pérdida de más del 8% de poder adquisitivo, sin contar las congelaciones salariales de 2013, 2014 y las subidas por debajo del IPC para 2015 y 2016».
Admiten también que han «variabilizado el 20% del salario», lo que significa a juicio de las cuatro centrales sindicales que «hemos perdido cerca del 30% de poder adquisitivo con respecto a 2009».
Sin embargo, denuncian que todos estos recortes «son insuficientes para la dirección de Nervacero», por lo que «nos han presentado un expediente de suspensión temporal, a pesar de estar con una plantilla por debajo de las necesidad es para cubrir todos los puestos cuando las necesidades productivas no han variado desde el último expediente de extinción de empleo». Sobre el convenio, los cuatro sindicatos afirman que «está mucho peor», porque la dirección de Nervacero «no acepta mantener la ultraactividad, ni garantiza lo que ambas partes puedan acordar». A la vez, rechaza la recuperación de las tablas salariales y su estructura «tal y como las teníamos antes del plan de viabilidad».
Por eso, UGT, CCOO, ELA y LAB afirman que «pedimos poco o nada, además de ceder derechos sindicales ya que aceptamos la desaparición de un liberado sindical, pero la empresa responde con medidas regresivas».
El comité, compuesto por UGT, CCOO, ELA y LAB, confirma que desde el año 2009 han perdido un 30% de poder adquisitivo y se han destruido 200 puestos de trabajo, pero la dirección del grupo Celsa propone «medidas más regresivas».