Confirmada la continuidad de José Luis Mendilibar al frente del banquillo rojillo por cuarta temporada consecutiva, la secretaría deportiva osasunista afronta unas semanas de máxima actividad, ya que se espera una pequeña revolución de cara al proyecto de la próxima campaña, con la delicada situación de las arcas como principal obstáculo y frontera.

De momento, los técnicos rojillos ya han tomado las primeras decisiones, que no han sido otras que la baja del portero Ricardo López, quien se retira del fútbol profesional, y la compra de los jugadores incorporados en el mercado invernal Miguel De las Cuevas y Francisco Gato Silva, que han convencido con su segunda vuelta.

Osasuna estaba obligado, por contrato, a pagar la cláusula de compra de 1,2 millones de euros de De las Cuevas al Sporting de Gijón si el equipo se mantenía en Primera División, mientras que en el caso del internacional chileno era opcional. Sin más dilación, el presidente osasunista, Miguel Archanco, confirmó el martes, en el acto en el que oficializó la renovación de Mendilibar, que el club rojillo ejecutará la opción de compra por Silva, también de 1,2 millones de euros, a Universidad Católica.

Por lo tanto, estas dos operaciones le supondrán a Osasuna una inversión de casi dos millones y medio de euros, una cantidad inusual en los desembolsos del club, cuya política de fichajes suele centrarse en jugadores de coste cero por finalización de contrato.

Pendientes de Andrés

Con estos gastos y la delicada situación de sus arcas, el club rojillo está abocado a vender a alguno de sus principales activos y, en este sentido, el portero murciano Andrés Fernández es uno de los jugadores de la plantilla con mayor escaparate en el mercado, no en vano, ha vuelto a ser el futbolista más destacado de Osasuna, despertando el interés de equipos de primer nivel

La portería siempre es un puesto especial y la venta de Andrés dejaría a Osasuna con un solo arquero de garantías, Asier Riesgo, al que Mendilibar dio la titularidad hasta su lesión, ya que Ricardo anunció su retirada en la última semana de competición y a sus 41 años pudo despedirse jugando unos minutos ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, tras permanecer ocho años en Osasuna.

El club también deberá tomar decisiones en torno a los jugadores que acaban contrato esta temporada, el media punta iraní Masoud Shojaei, el central gallego Rubén González y el medio centro navarro Patxi Puñal, aunque estos dos últimos podrían renovar y continuar la próxima temporada.

Asimismo, Osasuna deberá decidir el futuro de la amplia nómina de jugadores que ha tenido cedidos en otros equipos; Eneko Satrustegi (Numancia), Jon Etxaide, Annunziata y Nacho (Huesca) y Ruper (Mirandés). Lo que ya se conoce es que todos aquellos con contrato comenzarán el trabajo de pretemporada el 10 de julio en las instalaciones de Tajonar, día en el que se podrán ver los primeros cambios en la plantilla.