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CONMOCIÓN EN BILBO

La muerte de Ada Otuya se suma a la de Jenny Sofía Rebollo

La joven agredida brutalmente en Bilbo fallece en Basurto. Identifican a la primera víctima de Juan Carlos Aguilar, una mujer llegada a Euskal Herria de Colombia, con dos hijos y que también ejercía la prostitución

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Agustín GOIKOETXEA | BILBO

Dos mujeres migrantes y que según la Ertzaintza ejercían la prostitución -Jenny Sofía Rebollo Tuiran, de 40 años y llegada a Bilbo desde Colombia, y Maureen Ada Otuya, de 29 y nacida en Nigeria- son las víctimas mortales de Juan Carlos Aguilar Gómez, quien ayer ingresó en prisión después de que el juez le tomará declaración.

La sociedad vasca está convulsionada por todo lo que ha rodeado a estos nuevos casos de violencia machista y ello quedó de manifiesto en la movilización convocada ayer al mediodía en las escalinatas de la Casa Consistorial bilbaina, en la que se dieron cita numerosos cargos políticos, junto a compatriotas de la segunda de las víctimas. Poco después de la concentración se supo que había fallecido en el Hospital de Basurto.

Tras pasar casi tres jornadas de agonía, el centro sanitario informaba de que Otuya había muerto a las 12.35 en su servicio de reanimación. Todo hacía presagiar ese fatal desenlace después de que empeorase su situación en la tarde del martes.

La mujer permanecía en coma, muy grave, desde que agentes de la Ertzaintza la localizaran en estado inconsciente y con ataduras en manos, pies y cuello en el interior del gimnasio Zen4, en el número 12 de la céntrica calle Máximo Agirre, en la misma habitación que el hombre que acabó con su vida. Allí fue llevada a la fuerza por Aguilar López, un experto en artes marciales de 47 años, que le agredió brutalmente.

El estado de shock generalizado provocado por el caso se prolongaba después, al conocerse la identidad de la otra mujer víctima del dueño del gimnasio. Se trataba de Jenny Sofía Rebollo Tuiran. La Ertzaintza la identificó, pese a que su cuerpo fue descuartizado, ya que había registrado su filiación hace tiempo por un incidente banal.

Rebollo tenía dos hijos

La primera víctima, según fuentes policiales, pudo morir el pasado 25 de mayo. Rebollo Tuiran tenía dos hijos. Uno de tres años, que vive en Galdakao con su padre, separado de Jenny, según informaron a Europa Press amigos de la víctima, y otro de seis años, que reside en Montería (Colombia), con su abuela.

La madre de la fallecida fue entrevistada en Radio Caracol de Colombia. Superando el dolor, dio detalles de una vida marcadamente trágica y que la ha terminado sumiendo en una total indefensión. Tras fallecer un primer hijo en su país natal, atropellado por un vehículo, se desplazó a Euskal Herria. Allí trabajó en el sector de la peluquería, como confirmaron a las agencias sus amigos de Bilbo.

Tuvo un primer hijo, pero su padre no lo reconoció. Rebollo decidió llevarlo a Colombia con apenas cinco meses para dejarlo en manos de su abuela. Luego tuvo, con otra pareja, un segundo hijo, que en actualidad vive en Galdakao con su padre después de que se rompiera esta relación.

Sus amigos explicaron que por todo ello estaba muy decaída y muy desmejorada. Se había establecido en Bilbo, en un piso junto a otra mujer. Posteriormente, se fue con un hermano, quien la semana pasada, «el día 29 o 30», apareció en un bar de la zona preguntando por su paradero «porque estaba desaparecida». Desde Colombia, la madre de Jenny explicó que no había hablado con ella desde el día 21, cuando lo habitual era que la fallecida le telefonease cada cuatro días, pero no le dio importancia porque pensó que estaría muy ocupada. En la última conversación su hija le explicó que había encontrado trabajo.

Todo este cuadro la habría abocado a la prostitución, aunque no todos sus allegados conocían esta ocupación, que al parecer fue la que provocó que fuera secuestrada y muerta a manos del profesor de artes marciales.

Se da la circunstancia de que el autor confeso de las muertes vivía cerca de los domicilios de sus víctimas, ambas en el entorno de Zabalburu. Precisamente en la vivienda del arrestado, en la calle Iturrizar, se descubrieron parte de los restos de la mujer de 40 años, una vez que este reconociese que había matado a otra persona, aunque no llegara a fechar el día exacto; habló del viernes 31 de mayo.

Desde la Asociación de Colombianos y Colombianas del País Vasco se reconoció que no conocían a su compatriota, aunque les constaba que hace unos años trabajó en una peluquería de la calle General Concha.

La muerte de ambas mujeres deja la pelota en el tejado de instituciones como el Ayuntamiento de Bilbo. Al mediodía, en la concentración, el alcalde en funciones, Ibon Areso, anunció que, «al menos durante una buena temporada», la Policía Municipal reforzará la vigilancia en las calles donde se ejerce la prostitución. Lo cierto es que el dispositivo policial en esos puntos del Botxo ya es destacable, por lo que la declaración más bien parece una forma de salir al paso de la conmoción.

A este respecto, la edil de Bildu Ana Etxarte instó al Consistorio a que «supere las actitudes de pose de cara a la galería, como la concentración de hoy, y adopte medidas que garanticen la integridad de las mujeres que se dedican a la prostitución».

Denuncia de Bildu

Bildu arremetió contra la declaración institucional del Consistorio bilbaino, en la que «se ocultan las circunstancias específicas» de la agresión a Maureen Ada Otuya. «Era inmigrante, de origen africano y prostituta», enfatizó Ana Etxarte.

Un juicio simbólico a la desigualdad

La situación de desigualdad a la que están sometidas miles de mujeres en el mundo se enfrentará a un juicio simbólico este fin de semana en Bilbo. El proceso, organizado por veinticuatro organizaciones sociales y sindicales, tendrá lugar en el Colegio de Abogados de Bizkaia, donde está previsto que se reúna el Tribunal de Derechos de las Mujeres Viena +20. Según explicó María Valero (Mugarik Gabe) ante la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Participación Ciudadana del Parlamento de Gasteiz, los asistentes analizarán la vulneración de derechos a la que están sometidas las mujeres en América Latina, en el Estado español y en Euskal Herria. En concreto, tratarán el derecho a una vida libre de violencia, el derecho a un nivel de vida digno para las mujeres y el derecho al aborto. En la cita participarán el Ararteko, Iñigo Lamarca, y la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, entre otros. I.SALGADO

Más de 30 años de cárcel y un currículo totalmente falso

Juan Carlos Aguilar Gómez, de 47 años, ingresó en prisión como autor de la brutal agresión que ayer llevó a la muerte a Maureen Ada Otuya, mientras la Ertzaintza continúa con la investigación para esclarecer todos los detalles de la doble agresión mortal. Como mera hipótesis, aunque sin dato alguno que la sustente por el momento, no se descarta del todo que haya alguna víctima más.

El juez le tomó declaración por la mañana, y pocas horas después ordenaba su encarcelamiento, siendo trasladado a Basauri. El fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, señaló que el presunto autor de las muertes de estas dos mujeres será condenado «claramente» a penas que superan los 30 años de prisión. Preguntado por los supuestos trastornos mentales con los que elucubran algunas fuentes, dijo que era prematuro pronunciarse. Lo que sí ha confirmado la Policía autonómica es que llevaba dos años en tratamiento en la Clínica Universitaria de Iruñea por un tumor cerebral.

Por otro lado, ayer continuaron los desmentidos sobre los supuestos títulos que poseía el detenido. Shaolon Temple Spain afirmó que el bilbaino no es maestro shaolín y ni siquiera es monje, como ha venido divulgando durante muchos años sin comprobación alguna en distintos medios de comunicación, a los que Aguilar tenía un gran apego. GARA

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