El comité de las villavesas pide medidas para evitar ataques a chóferes y autobuses
GARA | IRUÑEA
El comité de empresa de TCC, empresa que gestiona el servicio de transporte urbano de Iruñerria, reclamó ayer que se «tomen medidas ante las agresio- nes y ataques que sufren algunas villavesas y conductores en servicios nocturnos o diurnos tras días festivos y solicitó que se «garantice la seguridad de los trabajadores y de los usuarios».
Según explicó Ángel Errea, quien habló en nombre del comité que forman ELA, ATTU, LAB, UGT, CCOO y CGT entre setiembre y enero ha habido múltiples episodios de lanzamientos de piedras u otros objetos, así como «agresiones verbales» a conductores.
Errea apuntó que la mayoría de incidentes han tenido lugar en las líneas 7, 16 o 19, sobre todo, en el servicio nocturno de los fines de semana o en las mañanas de festivos, cuando las villavesas «se convierten en una prórroga de la juerga. Hay gente que hace lo que quiere, fuma o no quiere pagar», expuso Maite Beorlegi, quien también censuró «agresiones verbales constantes contra los conductores, más a mujeres que a hombres». Para poner fin a las agresiones, el comité propone instalar cámaras de vigilancia en los autobuses, una medida que «puede ser disuasoria, y que además, en caso de agresión, se puede identificar al autor ante la Justicia».
También plantearon un protocolo de actuación tanto para la empresa, como «para los Cuerpos de Seguridad e inspectores de la compañía», así como incrementar la vigilancia en puntos conflictivos los fines de semana y festivos.
En caso de que «no se tomen medidas» y se sigan registrando agresiones, el comité de empresa de TCC advirtió de que cuando reciban alguna llamada de algún compañero comunicando una situación de peligro «paralizarán el autobús que esté en esa situación y el servicio». Añadieron que los hechos «pasan de una simple gamberrada» y que en los últimos diez meses se ha agravado su situación.