Beñat y Etxeita son muy probables, se habla de Mikel Rico y Kike Sola, suena Azkorra
El Athletic que viene
Las probables llegadas de Valverde con su habitual 4-2-3-1 y del mediocampista bético alterarán el planteamiento táctico del equipo.
Joseba VIVANCO
Con Ernesto Valverde se supone que al caer, con Fernando Amorebieta cumplido el trámite de la despedida aunque fuera, como Rajoy, a través del plasma, y con el otro Fernando, «Il Re Leone», esperando pisar cuanto antes los famosos atributos de la suerte del famoso toro de bronce de la Piazza San Carlo de Turín, la afición aguarda la llegada de refuerzos cara la nueva campaña, esos que siempre ilusionan, de los que todo el mundo habla y da por hecho en algunos casos, pero sobre los que sabremos el día y la hora concreta de su contratación cuando, con buen criterio, los responsables del club lo deseen.
No cabe duda de que parte de esa planificación dependerá del ascenso o no del Bilbao Athletic a Segunda A. Los otros aspectos claves a tener en cuenta tienen que ver con los puestos que el Athletic necesita reforzar y dentro de ellos los que requieran de fichajes externos, y, no menos importante, el planteamiento táctico que ponga en práctica el nuevo entrenador.
Dos conceptos son capitales en el juego ofensivo de Ernesto Valverde: reducir pérdidas y conseguir una salida de balón con menos riesgos, además de generar superioridades exteriores. A diferencia de Bielsa, al que no molestaba la pérdida de un balón comprometido si no el no intentar salir con ese balón controlado, Ernesto no quiere riesgos en la salida del balón y si su equipo pierde el esférico, que sea en zonas con muchos jugadores propios para encarar una rápida recuperación.
Del mismo, modo, al Txingurri tampoco le gusta el sobeteo excesivo de la pelota, más bien prefiere buscar la profundidad desde un juego rápido y vertical, apoyándose siempre en la generación de superioridades por los costados, de ahí el papel estelar que asigne a sus extremos, atacando hacia dentro. Y en vanguardia, el punta requerirá además de olfato goleador, mucha, mucha movilidad en ataque, lo que supondrá un gasto extra para el delantero.
Así las cosas, no parece que vaya a haber novedades en la portería, más allá de qué pase con Raúl, o con Iago Herrerín, o de la confianza que el nuevo técnico deposite en Iraizoz.
Mención aparte tendrá la defensa. Iraola, un fijo, ya tiene en principio recambio en la figura de Jonás Ramalho; en la otra banda, Aurtenetxe no es que tenga asegurado nada, sobre todo si no vuelve a ser el de hace dos años. Si aceptamos que Valverde será el próximo entrenador, el extremeño es un enamorado de los carrileros que corran la banda con mentalidad ofensiva y sean un atacante más con recursos, por lo que no sería de extrañar que lo mismo que en su día recolocó al extremo mejicano Guardado en el lateral del Valencia, pudiera hacer probaturas con Óscar de Marcos.
El cachorro Eric Saborit es la alternativa a resguardo en el filial, pero es como si el arroz se le estuviera pasando en esa espera. Respecto a la opción de Mikel Balentziaga, el lateral del Valladolid niega contacto alguno con el Athletic y ha saltado a la luz el interés del Torino italino por sus servicios. Cabe recordar que Marcelo Bielsa ya pidió esta temporada reforzar ese ala, sin conseguirlo.
En el eje de la zaga, la esperada llegada de Xabi Etxeita vendría a apuntalar la zona más vulnerable del aspecto táctico de Valverde -los contraataques rivales le hacen mucho daño a sus equipos-, cuya mentalidad ofensiva requiere, como se logró hace dos años con Bielsa, una defensa férrea y contundente. Aymeric Laporte es el único central zurdo y si sostiene su prometedora proyección podría ser un fijo. Ekiza, San José y Gurpegi, nunca consolidados, deberán convencer al de Viandar de la Vera, que en algún caso, como Gurpegi o hasta Sanjo, podrían ser aceptables comodines para jugar por delante de la defensa.
Beñat y Herrera
Valverde es amigo del 4-2-3-1, -sin renunciar al 4-1-4-1 cuando lo requiere- con dos pivotes por delante de la zaga que den libertad a los hombres que juegan por delante de ellos, sabiéndose con las espaldas protegidas. En Valencia, compaginaba esa dupla con Parejo, Albelda y Tino Costa. En Bilbo, Iturraspe parece el indicado, incluso Gurpegi o hasta Iñigo Pérez podrían tener ese corte más defensivo. Pero quizá todo dependa del papel que se le asigne al deseado Beñat, que si llega como parece, habrá que preguntarse dónde ubicar a Ander Herrera.
En el Villamarín, el de Igorre ha sido utilizado últimamente por Pepe Mel como media punta, donde no ha terminado de cuajar, pero son muchos los que tiene claro que Beñat está llamado a ser un Xabi Alonso, un Pirlo, galvanizando el equipo desde atrás, y a la vez sumando su disparo preciso y lejano al ataque. Si Beñat jugara dirigiendo desde esa posición más retrasada, el Athletic necesitaría un mediapunta, lo que nos lleva a Herrera y si sería apto para ello, si podría ser ese Banega del Valencia.
Si Beñat juega más adelantado, no habría problema en que Herrera hiciera las veces de pivote, aunque con un papel más defensivo que el ejercido con Bielsa. En caso de lesión o sanción de uno u otro, siempre cabría el intercambio de posiciones, sin olvidarnos de Ruiz de Galarreta, que debe imperiosamente tener minutos tras una campaña casi en blanco, o de algún otro cachorro que ya despunta, pero que dependerá de cómo acabe su andadura el Bilbao Athletic.
Mikel Rico, Sola, Raúl García...
En la medular, uno de los nombres que ha sonado desde hace meses es el del vizcaino del Granada Mikel Rico, cuya llegada complicaría las opciones de algún jugador de la actual plantilla y al mismo tiempo sería un mensaje nada alentador para todos esos centrocampistas de gran calidad que vienen pegando fuerte por abajo. No parece lo más indicado su aterrizaje en Bilbo -lo dicho, Lezama puede surtir de mediocampistas-, como levantaría muchos recelos la apuesta que algún medio publicó por el navarro Raúl García, no tanto por su veteranía y carácter, su acierto goleador o la posibilidad de jugar en la media punta, sino por sus no olvidadas declaraciones sobre el Athletic.
Las bandas que tanta importancia tienen para Valverde quién sabe si pueden ser el nuevo hábitat de De Marcos, aunque en principio estarían ocupadas por los sabidos Muniain, Ibai, Susaeta y habrá que ver el futuro de Isma López, inédito este último curso y a expensas del nuevo entrenador, algo que sucede también con Gaikza Toquero, sobre quien ayer la web El Desmarque de Bizkaia, informó de un posible interés del Celta en hacerse con su servicio.
Y llegamos arriba. La ausencia de Llorente obliga a contar con un segundo delantero a la sombra de Aduriz. El ariete donostiarra ha dejado claro que, como la mayoría, es un goleador de rachas, que necesita una alternativa y más cuando Valverde exige mucho desgaste a sus puntas. Se habla mucho de Kike Sola, un jugador que se antoja ahora mismo más necesario por la filosofía del Athletic y las carencias actuales del puesto que por merecimientos futbolísticos.
El jugador navarro, de llegar, lo haría para unas tres temporadas como mínimo, lo que a sus 27 años podría ser un hándicap para la progresión de otros delanteros de la cantera, un nuevo Fernando Llorente. En cambio, un fichaje menos mediático, menos caro, caso del publicado Gorka Azkorra, del Guadalajara, de 30 años, serviría de recambio puntual a la espera de la irrupción de alguno de los Sabin Merino, Guillermo y compañía.
Lo que parece claro es que con Ernesto Valverde el Athletic seguirá apostando por el protagonismo que trajo Bielsa, por el talante ofensivo, por un juego más directo, y el equipo ganará en calidad si llegan incorporaciones como la de Beñat, que además de fútbol aportaría gol, algo que seguirá siendo la asignatura pendiente si mediocampistas y defensas no aportan más en esta decisiva faceta. El Athletic que viene lo empezaremos a atisbar a partir de julio.