Lander Arbelaitz denuncia la actitud de la Ertzaintza con los medios en Aske Gunea
El redactor de «Argia» expuso en el Parlamento de Gasteiz la actitud de los ertzainas que impidieron que los periodistas desarrollaran su labor en el Aske Gunea de Donostia, vulnerando su libertad de movimiento.
Ion SALGADO | GASTEIZ
Lander Arbelaitz, redactor jefe de la página web de la revista «Argia», denunció ayer el trato recibido por parte de la Ertzaintza durante la detención de Adur Fernández, Ekaitz Ezkerra, Egoi Aberdi, Aitor Olaizola, Mikel Arretxe y Oier Llorente. Estos jóvenes, arrestados el pasado 19 de abril en el Aske Gunea de Donostia, fueron condenados a seis años de prisión por su militancia política.
En la Comisión de Instituciones, Seguridad y Justicia del Parlamento de Gasteiz, Arbelaitz detalló la agresión a la que fue sometido por parte de la Policía autonómica, que se desplegó en el Boulevard donostiarra para disolver un muro popular formada por más de 800 personas.
El periodista, que comenzó su intervención admitiendo que la Ertzaintza mostró una actitud diferente al comienzo, explicó cómo un agente le dio un manotazo en el teléfono y después le tiró al suelo, sin reparar en la acreditación de prensa.
Cabe señalar que en la grabación presentada por el joven se escucha a un agente gritar «¡Qué se muera!» mientras el está en el suelo. «Es inaceptable que un ertzaina diga eso. Estoy convencido de que mucha gente, incluso dentro de la Ertzaintza, se avergüenza», señaló.
Tras ponerse en pie y recuperar el móvil, la Policía autonómica le traslado a empujones hasta el kiosko del Boulevard, donde se encontraba el resto de periodistas. Allí los profesionales estuvieron controlados en todo momento por la Ertzaintza, que no les permitió abandonar esa ubicación.
Para Arbelaitz, que criticó la actitud arrogante de los agentes, esta situación supuso un ataque a la libertad de expresión, de información y de movimiento. «Creo que querían evitar que la gente viera lo que pasaba. Los ertzainas estaban descontrolados, metían los dedos en los ojos y en las bocas de las personas, y hacían comentarios machistas a las chicas», detalló.
Identificación de los agentes
Ante esta situación, el periodista abandonó el kiosko y, de un salto, se introdujo en el muro popular, desde donde pudo dar cuenta de lo que estaba sucediendo. «Decían que la actitud fue ejemplar, pero quiero decir que, como testigo, sé que la actitud de la Ertzaintza no fue ejemplar», afirmó. Para que los agentes policiales no gocen de total impunidad, Arbelaitz propuso que vayan identificados, como en Alemania, Noruega o Estonia. «Así veríamos quién comete los excesos», subrayó.
En cuanto a los grupos parlamentarios, PNV y PP pusieron en duda la versión del del joven y defendieron la actuación de la Ertzaintza.