Un juzgado de Barcelona imputó ayer a 14 agentes de la Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra, a los que acusa de herir gravemente en el ojo a una persona durante la huelga general del 29 de marzo de 2012. Pese a que Interior negó repetidas veces que la causa de dicha herida fuera un proyectil de goma, los partes médicos y la investigación judicial han llevado al juez a considerar lo contrario. Se trata de uno de los 10 heridos graves por pelotas de goma que ha habido en Catalunya desde 2008, según un informe de la asociación Stop Bales de Goma.

Dada la imposibilidad de identificar al agente encargado de disparar la bala de goma, el juez imputó a siete escopeteros, cuatro caporales, dos sargentos y un subinspector. Algo parecido a lo ocurrido recientemente en el caso de otro joven herido en el bazo, en el que otro juez decidió imputar a 22 agentes -11 ya desimputados-. Con este último caso son ya 29 los agentes de la Brigada Móvil imputados por el uso de balas de goma -10 más están siendo investigados-, a los que hay que sumar otros nueve mossos por cargas indiscriminadas y uso abusivo de las porras. En total, 38 agentes imputados por actuaciones en el transcurso de movilizaciones populares.

Además, cañones de agua

La imputación de estos mossos coincidió con la comparecencia del director general de la Policía catalana, Manel Prat, ante la comisión parlamentaria de «Estudio de los modelos de seguridad y orden público y de uso de material antidisturbios en acontecimientos de masa».

Además de justificar las actuaciones policiales y señalar que no dejarán de utilizar las balas de goma, Prat anunció por sorpresa que la Brigada Móvil comenzará a utilizar cañones de agua en manifestaciones y eventos masivos. El cuerpo policial ya cuenta con algún vehículo de este tipo, adquirido en 1986 y nunca antes utilizado.