Los trabajadores de la planta de Inasa en Irurtzun han logrado finalmente que el Juzgado de los Mercantil de Iruñea ordene la suspensión cautelar de la ejecución de la venta de maquinaria, con lo que obtienen un plazo de quince días para que el inversor interesado en la fábrica pueda presentar su oferta.

Los momentos de tensión volvieron a reproducirse ayer en la entrada de fábrica, donde los trabajadores colocaron unas vallas al conocer que la veintena de operarios de la compañía británica Bridgnorth Aluminium Limited, que ha adquirido la maquinaria, habían comenzado a desmantelarla para su posterior traslado.

Ante la presencia de la Guardia Civil, los trabajadores mostraron el auto por el que se ordena la suspensión cautelar, tras lo cual los empleados de la firma británica anunciaron que abandonarían la planta durante quince días, cosa que hicieron tras serles revisados sus vehículos.

El exdelegado de LAB en Inasa, Fernando Carrión, se felicitó por la paralización, que atribuyó a «la presión de los trabajadores y de los vecinos de Sakana, que han dejado clara su postura en defensa del mantenimiento de la actividad de Inasa, pese a que recientemente el Parlamento dijo que no había nada que hacer».

En cuanto a la fase que se abre tras la suspensión, Fernando Carrión señaló que hoy mismo el inversor interesado en adquirir la fábrica, representado por la asesoría Grant Thornton, podría hacer efectiva su propuesta, por lo que solicitó a las instituciones que «obliguen a sentarse a negociar» a los actuales propietarios, la firma alemana de capital riesgo Bavaria Industrie Kapital AG (Baikap).