Campeonato Manomanista
Una txapela como atajo
Untoria y Elezkano coincidieron en que el mayor premio es el poder jugar en Primera el año que viene.
Jon ORMAZABAL
En la situación actual de la pelota profesional, con la fuerte reducción de festivales existente, cada pelotari debe ganarse cada partido y cada oportunidad para tratar de ascender en el escalafón. En ese sentido, los jóvenes deben hacerse cada vez más rápido y la txapela del campeonato de Segunda ha perdido peso, convirtiéndose, como la nueva nomenclatura indica, en el mejor atajo para promocionar y tener la oportunidad de medirse con los primeros espadas de las empresas, una posibilidad cada vez más complicada.
Esta tendencia se vio reflejada en la elección de material de cara a la final celebrada ayer en el Labrit de Iruñea, donde tanto Álvaro Untoria como Danel Elezkano coincidieron al dar mayor importancia a la posibilidad de jugar el año que viene el campeonato de Primera que al propio título. «Ganar una txapela es algo precioso pero, sobre todo, jugar con los de arriba es una cosa muy bonita y por lo que luchamos», señaló el zaguero de Nájera. El delantero de Zaratamo también se manifestó en parecidos términos: «El mayor premio es poder jugar el año que viene con los más grandes, pero sabemos que tenemos un partido muy difícil».
Pasó con Jaunarena y Ezkurdia el año pasado, con Beroiz en su día, con Aitor Mendizabal en el Cuatro y Medio y cada vez es más habitual que los pelotaris alcancen finales en sus primeros años de profesional, casi sin tiempo a tomarle la medida a la nueva categoría.
El caso de los dos finalistas de este Manomanista de Promoción también va por ahí, por mucho que la de Álvaro Untoria sea su tercera final consecutiva. El zaguero riojano debutó en julio de 2011 y poco después de cumplir su primer año de profesional ya disputó la final del Cuatro y Medio ante Jaunarena, cayendo por un ajustado 22-20. Acompañado por Rico IV, las cosas también le fueron perfectas hasta la final en el Parejas, donde otra dupla riojana, Gorka-Cecilio, le privó de catar su primer título profesional. El Manomanista es su tercera oportunidad consecutiva, que no quiere volver a dejar escapar.
Sin obsesionarse
Eso sí, de momento dice no acusar una presión especial en esta tercera oportunidad. «La verdad es que lo llevo bien, he estado preparando a conciencia, esta es la tercera final consecutiva, las otras dos no las he podido ganar y con ganas ya de que llegue y jugar lo mejor posible», apuntó. «Levo dos años en profesionales, que tampoco son diez, y no he perdido tantas finales, no me como mucho la cabeza ni me obsesiono. La he preparado a conciencia porque la quiero ganar, pero soy consciente consciente de que tengo un rival muy duro y tendré que jugar al 100%», apuntó.
Danel Elezkano ha sido aún más precoz en ese sentido, ya que será en agosto cuando se cumpla un año desde que debutara, en plena Aste Nagusia bilbaina. «No esperaba estar en la final tan pronto pero, una vez que estás aquí, hay que ser ambiciosos y tratar de ganar una txapela, que mi afición se lo merece», señaló el de Zaratamo. «Cuando empezó el campeonato pensaba en ir partido a partido, cada vez me he ido encontrando mejor y mira, ha llegado esta oportunidad y para mí es muy bonito», agregó.
No hubo ningún tipo de problema con el material que se encontraron en el lote y ambos eligieron sobre lo previsto, pelotas de más salida el riojano más muertas el vizcaino. «Danel es un rival muy duro, muy luchador y yo debo seguir con mi juego, más o menos clásico, pelotear y, como he hecho en todo el campeonato, acabar con la zurda, que es quizá lo mejor que tengo, cuando tenga opción», explicó Untoria.
Danel Elezkano también tiene claro que «en el peloteo es más que yo y ahí no me puedo meter, tengo que intentar ir al saque-remate», declaró.