OLASO
Cameron
David Cameron afirma que «no es bueno ignorar las cuestiones de identidad e independencia» y que, por tanto, es mejor «afrontarlas y dejar que la gente decida». Lo dice el primer ministro del que fue el mayor imperio del planeta, pero cuyo bagaje democrático es infinitamente mayor al de aquellos que también fueron imperio y dejaron de serlo a golpe de gorrazos. Quien busque algo parecido en Madrid puede esperar sentado. Es otro nivel.