Varios trabajadores de Troquenor permanecen ante el centro de trabajo defendiendo su futuro. Ayer, los representantes de EH Bildu acudieron a la planta de Sondika y se reunieron con ellos para informarse de primera mano sobre su situación que atraviesan. Les transmitieron solidaridad y les dijeron que les acompañarán para evitar el desahucio que, en principio, está previsto para este martes 18 de junio. Los junteros Asier Vega e Irune Soto tacharon de «actitud ejemplar» la lucha de los trabajadores. Ambos destacaron «el compromiso que han adoptado en la defensa de sus puestos de trabajo, encerrándose en la fábrica, impulsando movilizaciones, denunciando esta injusticia y logrando abortar incluso un intento de desahucio».

Ante el nuevo intento de desalojo de la plantilla para el próximo martes, Asier Vega e Irune Soto explicaron que «está en juego el futuro» de 120 familias.

Según EH Bildu, mientras la Diputación de Bizkaia «habla del impacto económico de 22 millones de euros que la selección de baloncesto de Estados Unidos podría generar en Bizkaia y que para eso hay que entregarle 5 millones al Bilbao Basket, y de otros hipotéticos proyectos del estilo, no pronuncia ni una sola palabra respecto al impacto económico que generará en Bizkaia la desaparición de estos 120 puestos de trabajo».

En Sondika, la coalición soberanista denunció que, ante esta situación, «la reforma laboral le está poniendo la alfombra roja a la destrucción de empleo, ante la total dejadez de la Diputación de Bizkaia».

Asimismo, EH Bildu se reafirmó en la necesidad de poner en marcha un modelo socioeconómico «basado en el respeto más absoluto a los derechos sociales». Por lo que reclamó que «en Bizkaia, tal y como se ha planteado en Gipuzkoa, es imprescindible crear un fondo estructural para el desarrollo local que permita la creación de empleo, porque las prioridades de las instituciones deben ser las personas y el empleo», añadieron Vega y Soto.

Los trabajadores pidieron ante la cuenta atrás para el lanzamiento del desahucio de la planta de Sondika, que «se paralice esa decisión» y se actúe para lograr que los trabajadores puedan reflotar la empresa y denunciaron que «quien nos llevó a pique, resulta que se quiere quedar con el pabellón».