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Erdogan atenderá las demandas sobre el parque Gezi si acaban las protestas

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió suspender, hasta que la justicia se pronuncie, el proyecto de remodelación del parque Gezi de Estambul, que originó las protestas. Los manifestantes, por su parte, seguían ayer por la noche ocupando la zona.

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GARA | ESTAMBUL

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, deseó ayer que la ocupación del parque Gezi de Estambul finalice «esta noche» -por ayer-, tras su promesa a los manifestantes de suspender el proyecto de acondicionamiento del parque, el origen de la disputa que agita Turquía.

En un discurso pronunciado en Ankara, Erdogan dijo esperar «que todo acabe de aquí» y llamó de nuevo a los manifestantes a evacuar el lugar.

«Gente joven, habéis estado suficientemente tiempo (en el parque) y habéis hecho llegar vuestro mensaje. Si vuestro mensaje se refiere al parque Gezi, está bien, ha sido recibido», lanzó el jefe del Gobierno a los ocupantes del parque. «No hay obras en curso, ¿por qué os quedáis?», les espetó.

Para Erdogan, «los botones -de estas manifestaciones- se aprietan desde el extranjero». Afirmó que detrás de ellas se esconden intereses políticos y conspiraciones económicas.

No obstante, después de cuatro horas de reunión en plena noche, aceptó esperar a que la Justicia dicte sentencia sobre el caso. «Por supuesto, el Gobierno se compromete a respetar la decisión de justicia y aplicarla», declaró tras la reunión el viceprimer ministro, Huseyin Celik.

El pasado 31 de mayo, un tribunal administrativo de Estambul, al que recurrieron los opositores al proyecto, decidió suspender las obras de acondicionamiento para tener tiempo de pronunciarse sobre el fondo de la cuestión. El Gobierno apeló el dictamen. «El tribunal regional está ahora al cargo y puede que acudamos hasta a un tribunal de Estado. Pero no se hará nada en el parque Gezi mientras esté en curso el procedimiento», añadió Celik, y confirmó la voluntad del Gobierno de organizar un referéndum municipal «sea cual sea» la decisión de la Justicia.

El viceprimer ministro presentó su postura como un avance. Pero reclamó de nuevo la evacuación del parque Gezi. «Los que protestan tiene que parar ya sus manifestaciones», dijo, y se mostró de nuevo amenazante: «El Ejecutivo ha sido extremadamente tolerante».

Aunque dos representantes de Solidaridad Taksim, el colectivo de 116 asociaciones que dirige la ocupación, se mostraron optimistas, los manifestantes seguían en el parque Gezi.

El Ejército, el gran ausente de la crisis

El Ejército, guardián de la herencia del padre de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Ataturk, es el gran ausente del movimiento de protesta contra el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, que desde que llegó al poder en 2002 ha hecho todo lo posible para reducir la influencia de los militares. La revuelta de Taksim es la primera crisis política importante en la que el Ejército no ha participado.

En el pasado, los militares depusieron a los gobiernos que en su opinión habían perdido el control del país.

En 1960, detuvieron y después ejecutaron al primer ministro Adnan Menderes. En 1971, destituyeron al Gobierno de Suleyman Demirel. En 1980, el general Kenan Evren tomó el poder por la fuerza y reformó la Constitución para inscribir el derecho legal del Ejército a deponer a un gobierno.

Y en 1997, los militares depusieron al Gobierno islamista de Necmettin Erbakan, mentor del actual primer ministro.

En la misma época, Erdogan, entonces alcalde de Estambul, leyó un poema de corte islamista que le valió cuatro meses de cárcel. Una experiencia que forjó en parte su aversión a la élite kemalista. Cuando el AKP llegó al poder en 2002, empezó a socavar el poder de los militares. GARA

«contaminación»

En opinión de Erdogan, quienes dicen proteger el parque Gezi «cometen contaminación acústica con sus caceroladas» y defendió el uso de gas pimienta contra los manifestantes por parte de la Policía.

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