GARA > Idatzia > Iritzia> De reojo

Raimundo Fitero

Participación

 


Atravesando la noción del periodismo en estos tiempos de negaciones, completamente de acuerdo con la dudosa utilidad de las ruedas de prensa, nos detenemos en esa vaga idea de imparcialidad, objetividad, pensamiento, opinión y participación de los propios periodistas en actos de partido y su contaminación de todo cuanto informen, debatan u opinen. Viene al caso por lo sucedido con Ana Ibáñez, quien presenta y controla el programa de debate en el canal 24 H de TVE todas las noches de los días de labor, con invitados de diferentes tendencias y opiniones, manteniendo un ambiente bastante abierto, a mi modo de ver no muy tendenciosamente, sin coartar demasiado a los intervinientes, con una actitud que reconocemos como agradable, sabiendo manejar tiempos y asuntos.

Pues bien, esta periodista va a estar en unos días en el parlamento español en una comparecencia para que se expliquen sus jefes por haber acudido a presentar un acto público en el que participaba Mariano Rajoy. Parece ser que pidió autorización a sus superiores, pero no dilucidemos el asunto administrativo, sino la legitimidad de la acción. O más allá, ¿puede un periodista ser militante o simpatizante de un partido político y seguir con su actividad profesional sin sufrir menoscabo ni disfunción? Yo no tengo la menor duda. Sí. Es un principio democrático básico. Todos los seres humanos tienen una idea política y no los invalida para ninguna actividad. Y los periodistas lo mismo, aunque sea en un ente público. O más aún ahí, para que no existan censuras previas y amiguismo partidista.

Y lo propugno vehementemente en estos momentos en lo que los medios son más partidistas que nunca, los tertulianos fanáticos, mercenarios, descerebrados portavoces de sus amos. Precisamente para combatir eso, defendamos un periodismo transparente, informativo y formador de opinión. Que deje claro en su línea editorial en qué punto se sitúa, que mantenga una coherencia con esos principios fundacionales y que cada periodista haga lo que le dé la gana con su voto y su vida privada después de haber desempañado su labor profesional con dignidad. Existe hasta la objeción ideológica para el periodista.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo