Dos muertos en la represión de las protestas campesinas en Colombia
La represión de las protestas campesinas en Colombia se ha cobrado sus dos primeras víctimas mortales en El Catatumbo, en el noreste del país. Los manifestantes habían advertido de que el conflicto podía terminar en «tragedia» tras la ruptura del diálogo con el Gobierno.
GARA |
Tras doce días de protestas campesinas en la región colombiana de El Catatumbo, el sábado se registraron los dos primeros muertos del conflicto por disparos del Ejército, cuando los manifestantes trataron de mantener el control del aeropuerto del municipio de Ocaña.
Los campesinos de El Catatumbo, región formada por siete municipios de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, reclaman al Gobierno, entre otros asuntos, la suspensión de la erradicación forzada de cultivos de hoja de coca, que ha deteriorado la economía de la región porque carecen de programas de sustitución; la declaración de la región como Zona de Reserva Campesina, una figura de ordenamiento territorial que busca consolidar la supervivencia y la economía del medio rural creada por una Ley de 1994, y proyectos productivos.
Unidades de la Fuerza Pública se enfrentaron con los campesinos para tratar de recuperar el control del aeropuerto, que habían tomado durante el sábado, explicó a Efe uno de los portavoces de los campesinos, César Jerez.
«La gente intentó tomar el aeropuerto y el Ejército disparó con armas de fuego», dijo el portavoz de los campesinos, quien denunció que, además de los dos muertos, hay unos ocho heridos de bala.
Los fallecidos, Leonel Jacome y Edinson Franco, residían en las veredas El Caracol y Banderas, ambas del municipio de San Calixto.
Ocaña es uno de los dos focos de las protestas, con la presencia de unos 8.000 campesinos mientras que el otro foco está en Tibú, donde unos 4.000 campesinos bloquean unos ocho kilómetros de la vía hacia Cúcuta, capital del departamento del Norte de Santander.
Este recrudecimiento del conflicto se da un día después de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acusara a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de haber «infiltrado» las protestas campesinas. Indicó, además, que la instrucción a las fuerzas militares era «implantar el orden» en la zona.
El viernes, los manifestantes advirtieron a la Defensoría del Pueblo, que hace un acompañamiento humanitario de la protesta, de que el fracaso del diálogo entre el Gobierno y los campesinos de El Catatumbo podía terminar en «tragedia», ya que «ninguna autoridad local está en capacitad de hacer frente a esta contingencia».
Santos tiene previsto reunirse hoy en Bogotá con algunos de sus ministros, gobernadores, alcaldes y dirigentes locales para buscar una solución a la crisis.
La guerrilla de las FARC expresó el viernes su solidaridad con los campesinos del Catatumbo que reclaman la declaración de Zona de Reserva Campesina, y denunció la «brutalidad» y ataques del ejército en esa región del nordeste de Colombia.