Los uruguayos contrarios al aborto, despenalizado el año pasado en el país, acudieron ayer a las urnas con el objetivo de lograr que se convoque un referéndum sobre la cuestión, para lo cual deberán obtener el apoyo de un cuarto del padrón electoral, unos 655.000 votos, informó Efe.

A diferencia de lo que sucede habitualmente con las votaciones en Uruguay, en las que el voto es obligatorio, el «acto de adhesión» de ayer (como se denomina legalmente) tenía carácter voluntario y solamente abre la posibilidad de que los ciudadanos diriman la cuestión en una consulta popular que se realizaría en octubre.

Para que el «acto de adhesión», que fue posible gracias a la recogida este año de 52.000 firmas (el 2% del padrón electoral), tenga éxito es necesario que más de la cuarta parte del censo se acerque a las urnas a dar su respaldo.

Según las últimas encuestas, de mayo, entre un 46% y un 53% de la población rechaza la despenalización del aborto, mientras que hasta un 44% la apoya.

El aborto fue despenalizado por el Parlamento en octubre con el voto mayoritario de Frente Amplio en medio de las críticas no solo de la Iglesia y los sectores conservadores sino también de los proabortistas, que consideran incompleta la ley aunque rechazan la votación de ayer.