La asamblea de trabajadores de Inasa exigió ayer tanto a la administración concursal como a la actual dirección de la empresa (Baikap AG) que respondan a la propuesta de adquisición de las instalaciones efectuada la pasada semana por un grupo inversor, ya que mañana finaliza la suspensión cautelar de la venta de la maquinaria dictada por el Juzgado de lo Mercantil.

En una rueda de prensa en la que estuvieron acompañados por representantes de los municipios de Sakana, así como del mundo cultural y deportivo, subrayaron la importancia de recabar en estos momentos «el mayor apoyo posible», motivo por el que han convocado una manifestación para este sábado.

Fernando Carrión y Alfonso Torres, en representación de los extrabajadores, no ocultaron su alegría tras la formalización de la propuesta de compra, efectuada el viernes y que calificaron de «seria», pero remarcaron que es preciso mantener la cautela hasta que fructifique el proyecto, ya que los actuales propietarios -«que se hicieron con Inasa por 60.000 euros», según recordaron ayer-, «se niegan a negociar y a abandonar de una vez por todas la planta de Irurtzun», lo cual «pone en riesgo» el futuro de la operación. «De no tenerse en cuenta esta oferta -concluyeron- podemos volver a reunirnos aquí mismo viendo cómo se desmantela el futuro de muchas familias».