En la reunión del convenio de Bizkaia, LAB expuso a la patronal el documento para el acuerdo presentado públicamente esta semana junto a CCOO y UGT, y que consistía en mantener los contenidos actuales del convenio, subidas salariales del IPC para cada uno de los años de vigencia (2012-2014), ultraactividad de tres años y una cláusula de blindaje que evite el arbitraje forzoso en caso de inaplicación del acuerdo, así como un compromiso entre las partes para defender en el ámbito de la empresa el convenio provincial para fijar las condiciones laborales básicas para el sector.

Según informó el sindicato LAB, la patronal formuló una nueva propuesta que consistía en la congelación salarial, 24 meses de ultraactividad, procedimiento para la inaplicación con arbitraje obligatorio y «ningún compromiso por la patronal» de hacer valer el convenio provincial como regulador de las condiciones laborales básicas para el sector.

A juicio del sindicato abertzale, esta actitud, además de poner de manifiesto «la nula voluntad de la patronal de firmar un convenio colectivo», trae consigo «un convenio provincial que hace de límite máximo en derechos laborales, y plena unilateralidad de las empresas para su empeoramiento».

Según informó este sindicato, la patronal rechazó volver a acudir a la mesa negociadora e «incluso amenazó con que a partir del 8 de julio las cosas van a cambiar, es decir, los salarios empezarán acercarse a los salarios mínimos y la jornada comenzará a incrementarse».

Ante esta situación de «cuenta atrás para la destrucción de los derechos laborales y salariales que ha costado conseguir durante 30 años», LAB señaló que «no nos queda más que salir a la calle de la misma manera que lo hicimos el 21 de julio».

Sin avances en Gipuzkoa

En lo que respecta a Gipuzkoa, la propuesta consensuada por estos tres sindicatos, que conforman más del 50% de la mesa, incluía también el mantenimiento de las condiciones actuales del convenio, una subida salarial ligada al IPC para cada uno de los años de vigencia (2012-2014), ultraactividad de tres años y una cláusula de blindaje que evite el arbitraje forzoso en caso de inaplicación del acuerdo, similar al texto suscrito en el convenio del Papel.

Sin embargo, según LAB, la respuesta de Adegi fue «reafirmarse en la congelación salarial y la aplicación de la reforma laboral», por lo que expresó que «ante esta situación, si queremos que se mantenga vivo el convenio, no queda otro camino más que la lucha».

CCOO advirtió a Adegi y a FVEM que si no dan «pasos reales» para mantener el convenio provincial «solo deja abierta la vía del conflicto y de la confrontación», mientras UGT acusaba a Adegi de firmar hace unos meses los mismos acuerdos que ahora, en vísperas del 7 de julio, «se niega a negociar».