El expresidente sudafricano y premio Nobel de la Paz Nelson Mandela pasó ayer su quinto día en estado crítico, después de que su estado empeorara el pasado sábado, mientras su pueblo sigue en vilo el desarrollo de los acontecimiento y se prepara para un inminente fatal desenlace.

Aunque ni el Gobierno ni la familia de Mandela han revelado cuál es la situación exacta del líder antiapartheid, fuentes consultadas por las cadenas estadounidenses CNN y CBS y el diario sudafricano «The Citizen», entre otros medios, informaron de que Mandela permanece conectado a un respirador artificial y tiene que ser sometido a diálisis cada tres horas debido a un fallo renal.

Mac Maharaj, portavoz de la Presidencia sudafricana, calificó de «rumor» esa noticia. Sin embargo, la población parece haberse resignado a que en cualquier momento sea anunciada su muerte. Mientras, los sudafricanos, velan a su primer presidente negro y rezan para que tenga un final «en paz».

«Es triste, pero no hay nada que podamos hacer, excepto tener la esperanza de que pueda estar en paz», señaló con los ojos anegados en lágrimas Franz, un vecino de la familia que llegó con su hijo a las inmediaciones del hospital de Pretoria en el que permanece ingresado.

En el exterior del centro, decenas de periodistas sudafricanos y extranjeros volvieron ayer a montar guardia a la espera de noticias. Las calles fueron cerradas al tráfico y la presencia policial era ligeramente mayor a la de los últimos días.

No obstante, volvió a repetirse la peregrinación de curiosos y admiradores del mito sudafricano, así como los grupos de niños que cantaron para Madiba y dejaron junto a la valla sus coloridos mensajes de apoyo.

Quien también se arrancó a cantar, según Efe, fue el presidente, Jacob Zuma, en una reunión sindical a la que asistió. Zuma, que canceló el viaje que tenía previsto iniciar hoy a Mozambique, abrió el evento entonando varias estrofas de una vieja canción en zulú sobre Mandela.

La falta de novedades sobre el pronóstico del icono de la lucha contra el apartheid disparó en la prensa local los rumores en torno a una reunión urgente que el clan Mandela celebró el martes en su feudo de Qunu para tratar «asuntos delicados» de la familia. El diario «The Star», citando fuentes familiares, señaló que el encuentro sirvió para decidir el lugar en el que debe ser enterrado el expresidente, cuestión sobre la que su familia parece dividida. Sin embargo, uno de los asistentes al encuentro negó que en la reunión se trataran los detalles del funeral.