Maite SORoa | msoroa@gara.net
Le crecen los enanos
Era prácticamente imposible encontrar ayer en toda la prensa numantina algún comentario que no tratara sobre el «caso Bárcenas», y todos señalaban a Rajoy. Pero si el de la barba cana piensa que sus problemas se limitan a los papeles del extesorero, está muy equivocado. José García Domínguez le recordaba, dónde y en «Libertaddigital», que el estado que administra está metido en una crisis galopante que está muy lejos de desaparecer, aunque nos quieran vender la moto. Atención a este párrafo, porque es demoledor: «No han entendido lo evidente. Y acaso eso sea lo más desolador de nuestra situación actual, que las élites hayan llegado a creerse su propia propaganda. La ola de optimismo gratuito a cuenta del fin de la recesión que ha puesto en marcha el Gobierno revela esa incomprensión de fondo. Hablan como si ésta fuese una crisis igual que las demás, que se resolverá igual que las demás. Pero esta crisis es distinta a todas las demás, y no se va a resolver como ninguna de las demás. Asombra que no vean lo obvio. Pero no lo ven. Lo obvio es que España solo dispone de dos alternativas posibles: o igualar la productividad de Alemania o abandonar el euro. No hay ninguna otra opción. Ninguna. Nuestra disyuntiva histórica resulta tan desoladoramente simple como eso». Vamos, que el futuro no es solo negro para Rajoy sino también para todo lo que le rodea.
Tras señalar que «ningún país del mundo ha mejorado su situación económica solo gracias a pagar salarios bajos. Y España no va a ser la excepción» y citar como ejemplos que «Yamaha haya desmantelado su factoría aquí para migrar a Francia, no a Marruecos. Al igual que el fabricante de motocicletas Piaggio, que tampoco se ha ido a Guatemala sino al muy caro norte de Italia», advierte de que «el secreto del éxito de China es haber emulado la productividad de Occidente, no mantener los sueldos de Zambia». Ya puestos, el analista podría explicar lo de los sueldos a otros colegas que escriben en el mismo digital, que son entusiastas defensores de bajar los salarios por debajo del nivel del mar. Total, que García Domínguez avisa a quienes se han creído lo que en las últimas semanas nos han contado desde el PP: «¿Final de la crisis? Pero si la desindustrialización de España apenas acaba de iniciarse». Al inquilino de la Moncloa le crecen los enanos.