Joxean Urkiola | Donostia
Ocultar sus vergüenzas
Gipuzkoa está demostrando que si se quiere, se puede. Es cuestión de voluntad política el apostar por los más desfavorecidos
El portavoz del Gobienro Vasco, Josu Erkoreka, utiliza la vieja táctica de «la mejor defensa es un buen ataque», y pretende así echarle la culpa de todos los males a quienes gobiernan en la «provincia traidora»: Gipuzkoa. Si el PNV tuviera, de verdad, inquietud y preocupación por las medidas que ahogan a la ciudadanía, no estaría aplicando todas las medidas de recortes que esta imponiendo. Podría ser consecuente y no aplicarlas pero, esa no es su voluntad, justo la contraria. Por eso, debe dar explicaciones sobre la aplicación del copago sanitario (repago) que está imponiendo a la sociedad vasca pese a que la inmensa mayoría, hasta de las fuerzas políticas, están en contra de esa medida. Pero claro, eso sería quedar al descubierto y prefieren ocultarlo todo, lanzando mentiras que intenten tapar sus vergüenzas.
El repago sí que es un ahogo para los más necesitados, además en lo que más duele, la salud, pero no les ha importado y han preferido imponer esa medida que acordar fórmulas para evitarlo. Es solo un botón de muestra. Las medidas que está ntomando para ahogar a los ciudadanos, trabajadores, funcionarios etc., desde que llegaron al Gobierno son muchas, y se han dado cuenta de que tienen que ocultarlas. Para ello, qué mejor que atacar a Gipuzkoa para intentar confundir a la ciudadanía.
Ellos saben que tienen que ocultar muchas cosas de sus años de gestión que ahora han empezado a conocerse. Desde el agujero de los 900 millones de Bidegi, al fraude del «caso Irun-Bravo», a los recortes de la Renta de Garantía de Ingresos Mínimos, la Ley de Dependencia, no abonar la paga extra a los funcionarios, dilapidar dinero público agasajando a banqueros, derroche en angulas, puros, regalos... Intentar ocultar sus vergüenzas con ataques significa que el PNV esta poniéndose nervioso; que las patronales, banqueros y especuladores les están apretando .
No pueden permitir que criterios sociales, de ayuda a los más necesitados, al empleo de calidad etc. vayan a asentarse y, así, restar beneficios a los de siempre. Hay que terminar como sea con esas medidas y si para ello hay que mentir y ocultar la verdad, «todo es bueno para el convento» de esta casta de privilegiados.
Las medidas que se están tomando, en la llamada «provincia traidora» se han convertido en un grano en el culo del PNV y de todos aquellos que quieren hacer cargar sobre las espaldas de los ciudadanos las consecuencias de la crisis. Si las políticas sociales se extienden, la estrategia de acumulación de poder y beneficios en manos de unos pocos tendrá que ir desapareciendo y eso, para algunos, ¡es imperdonable!
Hoy, Gipuzkoa esta demostrando que si se quiere, se puede. Es cuestión de voluntad política el apostar por los más desfavorecidos. Se pueden hacer políticas sociales más justas y solidarias. Se han puestos los cimientos y, sólo eso, les ha puesto nerviosos.
No estaba acostumbrado a ello, a que quienes más tienen tengan que pagar más y, por eso, ha preferido continuar apostando por las políticas de siempre, en beneficio de los banqueros y los especuladores y no del conjunto de las personas de este país.
No es de extrañar que, ante la apuesta de Gipuzkoa por un cambio de modelo hacia una sociedad más justa y solidaria, quienes apuestan por castigar a los ciudadanos sólo les quede mentir. Pretenden engañar a los ciudadanos para así ocultar sus vergüenzas. Por eso, no extraña el ataque de Erkoreka. Es sólo tinta de txipiron que intenta ocultar sus vergüenzas y, de esa manera, continuar protegiendo los intereses de unos pocos mientras, eso sí, castiga al conjunto de la sociedad vasca. Los recortes, copagos etc., son «el pan nuestro de cada día» y el modelo más claro de gestión por el que apuesta.