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Liturgia Sanferminera
Fede de los RÍOS
El Sr. Arzobispo, Francisco Pérez González, el pasado día 7 tuvo a bien revelarnos a los habitantes de Iruñea «la esencia central y generadora de la misma fiesta» (la de los sanfermines) que no es otra que «la celebración litúrgica». De no ser así, «peligra la fiesta como tal y se convierte en algo que es un sucedáneo adulterado». Mientras otros se entregaban en cuerpo y alma al desenfreno de «lo sucedáneo» y se lanzaban de cabeza a «lo adulterado», este humilde servidor se ha afanado en la búsqueda de la esencia litúrgica, esa sustancia primera que es el Ser en sí y para sí de los sanfermines, lo que me lleva al P. Cipriano Vagaggini, experto en Liturgia que, sin despeinarse, afirma: «La liturgia es el conjunto de signos sensibles de cosas sagradas, espirituales, invisibles, instituidos por Cristo o por la Iglesia, eficaces, cada uno a su modo, de aquello que significan y por los cuales Dios (el Padre por apropiación), por medio de Cristo, cabeza de la Iglesia y sacerdote, en la presencia del Espíritu Santo, santifica a la Iglesia, y la Iglesia, en presencia del Espíritu Santo, uniéndose a Cristo, su cabeza y sacerdote, por su medio rinde como cuerpo culto a Dios (el Padre por apropiación)». Lo leo, lo releo y no lo capto tú ¿Toda la vida sin faltar en los sanfermines y no he reconocido un solo signo litúrgico de esos?
Acudo a mi madre en busca de consuelo. «Pero hijo, pareces bobo, qué cojona va a saber de sanfermines este obispo si es de Burgos como la otra y deja de dar la murga que tengo que prepararme para ver la salida de las peñas, que son con quienes deberías estar».
Y comienza a cantar con voz queda: «Que vienen de fuera / que no traen dos reales / y al año que viene / y al año que viene/ ya son concejales».