Feria de San Fermín
Muy rápido y limpio
Aimar Olaizola y un gran Mikel Beroiz pasaron por encima de Bengoetxea VI-Begino y jugarán la final.
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Jon ORMAZABAL
Como todos los encierros disputados justo hasta la jornada de ayer, el pase de Aimar Olaizola y Mikel Beroiz a la final del torneo de San Fermín de mañana resultó absolutamente rápido y limpio. De hecho, la victoria de la pareja navarra de Asegarce fue mucho menos disputada de lo que todos preveían, como muestra la gran expectación suscitada en el Labrit.
Sin embargo, como sucedió en los tres partidos del festival del jueves, el estelar careció de cualquier tipo de emoción o de historia, ya que la superioridad de los colorados fue total prácticamente desde el primer pelotazo. Los azules tan solo estuvieron por delante en el primer tanto 0-1, pero enseguida tomaron Olaizola II y Beroiz el mando del partido.
La clave del triunfo colorado estuvo, principalmente, en los cuadros largos, donde Mikel Beroiz no solo fue capaz de aguantar las embestidas de un Begino que había arrancado la feria en plan mandón, sino que además consiguió tenerlo a su merced, no a pelotazos, sino arrimándole la pelota a la pared izquierda, demostrando que la potencia no es la única forma de abrir huecos en el frontón.
Olaizola II no perdonó
Sin embargo, esa forma de jugar lo que sí exige es un delantero de plenas garantías y el de Uharte difícilmente puede pedir un compañero más adecuado que Aimar Olaizola. El de Goizueta aprovechó con gran precisión todas las pelotas francas que se le presentaron en los cuadros alegres, pero es que además supo hacer que su zaguero fuera creciendo en confianza a base de quitarle pelotas malas y permitir que se luciera en las buenas, como un par de cortadas y una dejada al ancho.
En esta tesitura, los colorados abrieron enseguida una brecha de 1-13 con la que desnivelaron la balanza a su favor a las primeras de cambio. Para colmo de males, mientras ellos no fallaron, Begino, excesivamente errático, no se pareció en nada al que tanto gustó el lunes ante Zabaleta, mientras que Oinatz tampoco estuvo demasiado acertado y mandó hasta cuatro pelotas a la chapa.
Titín III, una de las ausencias más destacadas de esta feria, acude esta tarde al Labrit para jugar, junto a Merino II, el partido de parejas del Desafío del Vino de esta tarde.