La cobertura de los medios de comunicación y el interés del público en el Tour siguen siendo modestas en Alemania a pesar de las cinco victorias de etapa logradas por los corredores alemanes, dos años después de la retirada de las televisiones públicas por los escándalos de dopaje. Hay que buscar atentamente en las páginas de deportes de los grandes diarios para encontrar algún rastro de la tercera victoria de etapa del sprinter Marcel Kittel el jueves, además de la contrarreloj ganada por Tony Martin el miércoles y el éxito de André Greipel hace unos días en la sexta etapa.

«¡La locura del Tour!», exclama el conocido diario «Bild» a propósito del triplete de Kittel, pero el arranque de entusiasmo no dura mucho: la información es relegada en breve a la penúltima página de la sección de deportes. Pero hay que remontarse a 1997 para encontrar tantas victorias de etapa alemanas, como recordó la cadena de televisión pública ZDF el viernes en una pieza sobre el Tour -rebautizado para la ocasión como «Tour d'Allemagne», en francés- en su emisión matutina.

Solo en Eurosport

ZDF y ARD, las dos cadenas públicas, decididieron en 2011 no retransmitir más el Tour en directo, después de una serie de escándalos relacionados con el dopaje que habían empezado a bajar seriamente las audiencias de los directos de la tarde. La cadena por cable Eurosport, presente en un gran número de hogares alemanes, notó no obstante un considerable aumento de su audiencia, cercano al 10% con relación a la edición 2012 y del 20% con relación a 2011, con una media de 360.000 telespectadores en las diez primeras etapas de la carrera.

Eurosport todavía espera mejorar esa cifra con las etapas de montaña y mejorar las de 2012 sobrepasando la media de 430.000 telespectadores. De todos modos, esos números quedan muy lejos de los más de tres millones de telespectadores de 2005, por ejemplo, cuando Jan Ullrich, el único vencedor alemán en la historia del Tour (1997), intentaba quitar la corona a Lance Amstrong.

Sin equipos profesionales

El ciclismo alemán sufre una indiferencia generalizada hacia su deporte, alimentada por la desconfianza sobre la conducta de los corredores. No existe ningún equipo profesional alemán desde 2010, tras la desaparición de Deutsche Telekom y Gerolsteiner. Y hace tres semanas, el propio Ullrich confesó por primera vez haber recurrido al dopaje durante su carrera, con la ayuda del médico español Eufemiano Fuentes y usando una amplia red de dopaje, en una entrevista a la revista «Zoom».