La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Donostia aprobará mañana un plan para garantizar que la ciudadanía pueda dirigirse en euskara a la administración local, tanto de forma oral como por escrito. El V Plan para la Normalización del Uso del Euskara estará en vigor durante los próximos cinco años y afectará a cada uno de los ámbitos de la administración local. El alcalde de la ciudad, Juan Karlos Izagirre, aseguró en rueda de prensa que la Administración «debe ser un modelo a seguir en la normalización del uso del euskara», aunque precisó que «hay mucho que hacer en el camino hacia la total euskaldunización».

Según precisó la responsable de Euskara del Gobierno Municipal, Nerea Txapartegi, en el Consistorio hay 1.316 puestos de trabajo, de los cuáles 781 (59,35%) tienen asignado un perfil lingüístico preceptivo. A su vez, aseguró que, una vez se apruebe el nuevo plan, esta cifra se incrementará hasta los 951 trabajadores (72,26%).

En cuanto a los nuevos puestos de trabajo que salgan a concurso público, precisó que tendrán asignada una fecha de preceptividad. Asimismo, en todas las contrataciones administrativas que se formalicen con el Ayuntamiento «se dará prioridad al euskara».

Izagirre declaró que el compromiso con la lengua vasca «es firme» y aseguró que el Gobierno municipal tiene entre sus prioridades «el apoyo, la normalización y el fomento» del euskara. «Este plan es muestra de ello», precisó.

Desanexión de Igeldo

Los medios de comunicación presentes en la comparecencia aprovecharon la presencia del alcalde para preguntarle sobre el proceso de desanexión de Igeldo que ha activado la Diputación Foral. Izagirre, natural del barrio, aseguró que ha decidido abstenerse de intervenir en todo el proceso que se va a dar de acuerdo con la ley 30/92.

«Mi postura es de sobra conocida» dijo, y añadió que «ante todo» es alcalde de Donostia y que por ello defenderá «siempre» los intereses de los donostiarras. «Trabajaremos con coherencia política», afirmó.

En cuanto a la posición del Gobierno municipal sobre la consulta popular que se prevé celebrar a finales de noviembre, se limitó a ratificar lo dicho en la nota que su Ejecutivo publicó el pasado lunes, e insistió en que van a mantener «una posición neutral» en todo el proceso. Sin embargo, dejó claro que van a respetar lo que los vecinos de Igeldo decidan en la consulta.

Reconoció que el Pleno de Donostia deberá tomar una posición al respecto y, aunque la oposición se ha mostrado en contra de la desanexión de Igeldo, recordó que la última palabra sobre el asunto es de la Diputación.