Las obras del muelle del Arriaga cesarán en Aste Nagusia para dar cabida a las txosnas
A.G. | BILBO
Los trabajos de reconstrucción del muelle del Arriaga cesarán, según las previsiones municipales, antes de Aste Nagusia al objeto de que las txosnas que habitualmente ocupan los aledaños del teatro puedan instalarse. La zona será acondicionada provisionalmente con hormigón para que no haya ningún problema con las actividades en un área tan concurrida.
El retraso en la ejecución del proyecto ha mantenido en vilo a Bilboko Konpartsak, quien se interesó por el ritmo de las obras. Ante el requerimiento de información, desde el Área de Obras y Servicios se les tranquilizó, asegurándoles que en agosto los trabajos cesarán y se procederá a hormigonar el muelle para que provisionalmente los seis montajes festivos que ocupan la trasera del Arriaga no tengan que desplazarse.
Las comparsas, según ha podido saber GARA, confían en las promesas de los responsables municipales. Además, aprovechando la ejecución del proyecto, les han planteado que se tenga en cuenta la necesidad de que esa zona disponga a la finalización de las obras de una red de recogida de saneamiento y aguas pluviales para la instalación anual de las txosnas.
Conclusión en noviembre
El Consistorio bilbaino contempla que la reconstrucción de ese sector del muelle, de unos 120 metros de longitud, finalice en noviembre, dando continuidad a otras intervenciones efectuadas en Urazurrutia, Ibeni, Ribera, Merced, Uribitarte, Deustua, Olabeaga y Elorrieta.
El proyecto consiste en la reconstrucción de la estructura pilotada del muelle y una reposición de la urbanización, en los mismo parámetros técnicos que la acometida en Uribitarte.
Con esa actuación se trata de acabar con la precariedad de los muelles, detectada tras un estudio técnico del Ayuntamiento en el que se alertó sobre su deterioro, cifrando en un 15% los muelles y muros de mampostería a reparar urgentemente. A partir de ahí, Consistorio, Autoridad Portuaria y Dirección de Costas rubricaron un convenio, encargándose la institución local de la licitación de los proyectos, tal y como ha sucedido en el caso del tramo del Arriaga.
El dinero para la rehabilitación lo aporta el Gobierno español, que colabora en que las riberas del Ibaizabal se conviertan en espacio para el disfrute de la ciudadanía.